Un largo adiós
19 de enero de 2007La prensa analiza en todos diversos el retiro definitivo de uno de los políticos más poderosos de Alemania.
En Múnich, el Süddeutsche Zeitung despide así a este personaje de la política alemana: "Con todo, Edmund Stoiber fue un buen ministro presidente. Estuvo a un paso de convertirse en canciller, y en 2002 alcanzó un resultado mucho mejor que el obtenido por Angela Merkel tres años más tarde. Bajo su liderazgo, la Unión Cristiana Social (CSU) jugó un papel significativo, incluso a nivel federal; de hecho, hubo momento en que la CSU dominó a la Unión Cristianodemócrata. Lo que actualmente experimenta la CSU es un proceso de modernización que desde hace tiempo se encontraba pendiente. Han pasado los tiempos en que los partidos políticos eran dirigidos por grandes jefes o regentes. Tal modernización necesita una despedida del pasado; según dicta la experiencia, ésta es a veces dolorosa y a veces caótica."
Caos dramático
Desde Berlín, die tageszeitung, periódico liberal de izquierdas, ve las cosas con distintos ojos: "El escenario actual de la CSU recuerda a la caótica dramaturgia de los últimos días de la República Democrática Alemana bajo el SED, y no a un repliegue ordenado. Este caos es también un resultado de la cultura partidista autoritaria de la CSU, en la cual el jefe siempre tenía la razón y toda crítica es vista con suspicacia. Stoiber no moldeó esta cultura, sino que la forjó por la fuerza. Ahora le han llegado las cuentas por pagar."
Estilos distintos
En Suiza, el Neue Zürcher Zeitung señala a propósito de la renuncia: "Edmund Stoiber fue, después de Franz Josef Strauß, el ministro presidente de Baviera que mayor relevancia ha alcanzado. Pero mientras Strauß supo llegar al ánimo popular con sus sonoras expresiones, Stoiber debió su éxito a un agudo intelecto y a su increíble disposición al trabajo. Así consiguió conducir a su estado hacia el futuro, sin que se perdiera la identidad bávara."
La mano de Merkel
En Rusia, el Kommersant comenta en tono un tanto conspirativo: "No son pocos los alemanes que sospechan que la propia canciller Angela Merkel metió la mano en la crisis de la CSU. Ahora, ella es la líder indiscutible en el ámbito del conservadurismo de derecha. La Gran Coalición podrá proponer reformas sin tener que dirigirse una y otra vez a Stoiber. De este modo, Merkel ve el camino libre para demostrar a sus votantes que es una buena canciller."
No hay gratitud
Finalmente, el Jyllands-Posten, de Dinamarca, se refiere a Gabriele Pauli, la consejera municipal que aceleró la caída de Stoiber: "Quizá él la subestimó. El caso es que Stoiber no tenía oportunidad alguna ante el ánimo de la población, encendido por los medios de comunicación. Al final se hizo realidad lo que alguna vez dijo el propio Stoiber sobre la política: en ella no hay lugar para la gratitud."