Un proceso con contratiempos
6 de mayo de 2013El inicio del juicio contra la presunta terrorista neonazi Beate Zschäpe y cuatro sospechosos de haber colaborado con el grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), estaba previsto para el 17 de abril y hoy, a unas horas de haber comenzado, fue postergado de nuevo hasta el 14 de mayo próximo. Zschäpe es la única sobreviviente del trío que presuntamente cometió una serie de diez asesinatos contra inmigrantes entre los años 2000 y 2007, y que ahora debe responder por ello ante la justicia.
Se trata de uno de los mayores procesos judiciales por terrorismo en Alemania y ha despertado interés a nivel internacional. Pese a ello, precisamente los medios de comunicación extranjeros apenas fueron tomados en cuenta a la hora de repartir los escasos asientos previstos para la prensa. Solamente obtuvieron acceso al juicio los primeros 50 representantes de medios que presentaron una solicitud para una de las codiciadas plazas, según el orden de recepción de las solicitudes.
Mucho revuelo por la asignación de plazas
Entre los excluidos de los sitios para la prensa se encontraban los medios de comunicación turcos. La opinion pública de Turquía tiene un interés especial por presenciar el proceso, ya que ocho de las víctimas fatales tenían raíces de aquel país. El tribunal tuvo problemas con el rol de la opinión pública y en especial con la turca y no fue lo suficientemente sensible en torno a este tema, admite el antiguo vicepresidente del Tribunal Constitucional Federal Alemán, Winfried Hassemer. “Un proceso de tal magnitud no es algo cotidiano para un tribunal”, según afirmó Hassemer en entrevista con DW.
Finalmente el periódico turco “Sabah” denunció la controvertida asignación de las plazas ante el Tribunal Constitucional Federal Alemán y exigió reservar un número determinado de asientos para medios extranjeros, en especial turcos. El tribunal le dio la razón al diario y los sitios para la prensa tuvieron que ser reasignados. Pocos días antes de la fecha prevista para el comienzo del juicio, el Tribunal Regional Superior Administrativo de Múnich - responsable del proceso – decidió dar marcha atrás y volver a asignar nuevamente las plazas para la prensa, ahora de acuerdo a un complejo proceso de sorteo.
Como un puñetazo en la cara
Los familiares de las personas asesinadas y sus abogados se enteraron de los cambios a través de la prensa, lo cual causó indignación. El politólogo Hajo Funke comprende las reacciones de los familiares: “Ya de por sí la situación era difícil para ellos, porque durante diez años no fueron tomados en serio e incluso se llegó a investigárseles, en algunos casos con métodos poco pulcros”.
El próximo revuelo fue causado por el proceso de acreditación para periodistas, que culminaba en un sorteo. Los medios fueron repartidos según grupos y subcategorías. Había más de 300 solicitudes para 50 cupos. El pasado lunes (29.04.2013) un notario presidió el sorteo.
Y casi al instante el nuevo paso en falso: en la rifa fue sorteado el nombre de un periodista que había renunciado por escrito a su acreditación. Algunos días después, esa plaza tuvo que ser rifada nuevamente.
La nueva postergación de este lunes abonó a esta cadena de tropiezos.
A pesar de ello, el politólogo berlinés Funke apela a no sobrevalorar esta serie de contratiempos. “Son terquedades, insensibilidades, inconstistencias propias de un procedimiento burocrático, unos no sabían lo que los otros estaban preparando, eso puede suceder”. No obstante, dice confiar en el Estado de Derecho.
Endeble cronograma
Otras críticas se refieren al desarrollo del proceso, tal como está planificado. Más de 600 testigos han sido convocados. En algunos casos no hay más de 45 minutos para interrogarlos. Es muy poco tiempo, opina Hajo Funke. Mucho dependería de Manfred Götzel, el juez que preside el juicio. En el pasado habría demostrado poder acabar las diligencias judiciales, y hacerlo de forma inapelable.
Según el penalista Winfried Hassemer, hay demasiadas susceptibilidades en torno al cronograma del tribunal en Múnich. “El juez no tiene la tarea de realizar un programa exacto como un partido de fútbol, sino que debe descubrir la verdad”. Y se tomará suficiente tiempo en elaborar sus preguntas hasta que sean respondidas, opina Hassemer.
Son altas las expectativas de la población alemana en cuanto a este proceso. 42 por ciento de los alemanes declaran, en una encuesta del Instituto Forsa para el semanario Stern, que el esclarecimiento de los asesinatos podría mejorar la reputación de Alemania en el mundo.
Autora: Anja Fähnle / MH
Editor: Enrique López