Una empresa con pulmones de hierro
27 de noviembre de 2006En octubre de 2006, Roger Agnelli, presidente de la Compañía Vale do Rio Doce (CVRD), una empresa privatizada cuyo desligamiento del Estado sigue siendo cuestionado, demostró una vez más porqué está considerado el “iron man” en el mercado mundial de productos mineros. Con nervios de acero, condujo personalmente las negociaciones con los accionistas, los trabajadores y los organismos antimonopolio de Estados Unidos y la Unión Europea destinadas a hacerse con Inco, una minera canadiense de níquel, por 18.000 millones de dólares.
Fue la mayor compra llevada jamás a cabo por una empresa latinoamericana. CVRD desbancó en la carrera por hacerse con Inco a competidores como la estadounidense Phelps Dodge o la también canadiense Teck Cominco, y con ello elevó su valor en el mercado a 77.000 millones de dólares. Ahora, sólo la australiana BHP-Billiton supera, con un valor de 135.500 millones de dólares, a la empresa brasileña.
Hierro en el alma
La fuerza arrolladora de Angelli es única. Contra de la resistencia de los “barones del acero”, que evidentemente quieren mantener bajos los costes del hierro, Angelli consiguió imponer durante los dos últimos años un aumento acumulado del 100% en el precio del hierro, que se sitúa hoy en una media de 40 dólares la tonelada. Y la tendencia es a continuar subiendo.
La determinación de este descendiente de una familia pobre italiana que ya estuvo al frente de Bradesco, el principal banco privado brasileño, parece encajar a la perfección con la historia de CVRD, nacida en cuna de hierro. En los primeros años de vida de la empresa, el mineral se extraía con sudor, martillo y pico y la fuerza del hombre.
Creada por decreto el uno de junio de 1942, en plena dictadura del Estado Novo, la compañía inició sus actividades en Itabira, por aquel entonces una ciudad tranquila del interior de Minas Gerais. Carlos Drummond de Andrade (1902-1987), uno de los mayores poetas que ha dado la lírica brasileña, era originario de Itabira. Una ciudad que, según describió el escritor, “tiene noventa por ciento de hierro en las calzadas, ochenta por ciento de hierro en las almas”.
Avanzando hacia la cima
Itabira creció con CVRD. Hoy tiene 170.000 habitantes. Y Vale se expandió por el país y el extranjero. Después de instalar un complejo mina-ferrocarril-puerto, en 1951, la empresa estatal exportó sus primeras 1,5 toneladas de mineral de hierro. La década que siguió se caracterizó por una política de comercialización agresiva que transformó a Vale en una exportadora con peso mundial.
Entre 1969 y 1979, las ventas al exterior de la compañía aumentaron en un 285% y CVRD se consolidó como la mayor exportadora de mineral de hierro del mundo, posición que conserva hasta hoy. Y como ya se dijo, desde que adquirió Inco ocupa el segundo lugar en la minería del níquel.
Privatización polémica
Pese a que los resultados de sus balances siempre fueron positivos y se batían todos los récordes de producción y facturación, la empresa fue privatizada en 1997 por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Dos bancos extranjeros tasaron en unos 4.700 millones de dólares las acciones CVRD, pero no tuvieron en cuenta el potencial acumulado en las reservas mineras de la empresa.
Resultado: el Consorcio Brasil, formado por la Compañía Siderúrgica Nacional, Bradespar (del grupo Bradesco) y el fondo de inversiones Previ, se hicieron con el 41,3% de las acciones de CVRD por unos 1.380 millones de dólares, suficiente para asumir el control de la empresa.
Pasados casi 10 años, los críticos aseguran que CVRD fue vendida por debajo de su precio real. Se pidió la derogación del proceso de privatización con más de 100 acciones judiciales, algunas todavía en manos de los tribunales. Las posibilidades de salir victoriosos del trámite judicial para los demandantes son mínimas, aseguran los expertos. En 2007, el Movimiento de los Sin Tierra quiere lanzar una campaña a favor de la renacionalización de CVRD.
Durante la campaña electoral de este año, cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva usó las privatizaciones, entre ellas la de CVRD, para criticar al candidato de la oposición, Geraldo Alckmin. Agnelli dijo entonces que el país, la sociedad y la misma compañía habían salido ganando con la privatización. “La empresa jamás estaría donde está si hoy fuese estatal”, declaró.
Potencia mundial
Desde que fue privatizada, CVRD camina a pasos acelerados hacia convertirse en un global placer. Hoy es un conglomerado de 64 empresas con 39.000 empleados y dependencias en 40 países. Sus ingresos pasaron de los 5.000 millones de dólares en 2001 a los 15.600 millones de dólares en 2005.
El vertiginoso ascenso de CVRD viene impulsado por la creciente demanda de acero que llega desde China, segundo país en importancia para las partidas de mineral de hierro de CVRD, después de Brasil. La misma compañía que extrajo 133 millones de toneladas de mineral de hierro en 2001 tiene planeado arañarle a la tierra 300 millones de toneladas en 2007. El pasado septiembre se inauguró en Minas Gerais el complejo Brucutu, la mayor mina de hierro en capacidad de producción del mundo.
Cuando CVRD comenzó a operar en Itabira, hace 64 años, todo, de las herramientas al mineral, era transportado con burros. Hoy la compañía posee 988 trenes y 61.956 vagones para trasladar de un lugar a otro los más de 40 tipos de mineral que explota.