Una orquesta, siete directores
30 de mayo de 2012El carácter dinámico y abierto de la DSO encaja a la perfección con las características de Berlín, una ciudad que ha sabido resurgir de sus cenizas de manera especialmente creativa. La proverbial receptividad berlinesa hacia los artistas de otras nacionalidades y culturas es una cualidad que también adorna a la DSO, que a lo largo de sus más de 60 años de historia ha tenido siete directores musicales, de los que solo uno de ellos era alemán.
Se puede trazar un recorrido por la trayectoria de la DSO a través de sus siete batutas titulares, desde Ferenc Fricsay, quien dotó a la institución de las señas de identidad que la han marcado hasta la actualidad, hasta Tugan Sojiev, que tomará posesión a partir de la temporada 2012/2013. Siempre apostó por directores jóvenes, excepto en el caso de Vladimir Ashkenazi, que han ayudado a forjar el carácter energético de la orquesta.
Ferenc Fricsay, los inicios de una orquesta
La DSO se fundó en 1946 sobre las cenizas de la ciudad destruida tras la Segunda Guerra Mundial con el nombre de Orquesta Sinfónica RIAS (Rundfunk im amerikanischen Sektor), es decir, la radio del sector estadounidense en la ciudad entonces dividida). El húngaro nacionalizado austríaco Ferenc Fricsay asumió la titularidad en 1948, imprimiendo a la orquesta el carácter abierto y, hasta cierto punto, experimental que perdura hasta el día de hoy.
Fricsay, que amaba especialmente la obra de Mozart y Bartok, apostó por la música contemporánea, por el repertorio menos conocido y por interpretaciones novedosas de grandes piezas de todos los tiempos. A pesar de que dirigió muchas formaciones de prestigio, Fricsay consideraba a la DSO “su” orquesta y algunas de sus grabaciones al frente de la misma son hoy consideradas referencias discográficas.
Trayectoria plagada de nombres míticos
Hoy en están en el Olimpo de las grandes batutas, en la primera división de los directores de orquesta. En 1963, el estadounidense Lorin Maazel asumió la titularidad de la formación, que, para entonces, había cambiado su nombre al de Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín (RSO).`
Unos años después, a principios de los 80, otro de los grandes, el entonces jovencísimo Riccardo Chailly asumió la titularidad de la RSO, antes de protagonizar conciertos históricos junto a la Orquesta del Concertgebow de Amsterdam y más adelante con la Gewandhaus de Leipzig.
En 1989 llegó la etapa de Vladimir Ashkenazi. El islandés de origen ruso se había forjado una sobresaliente trayectoria como pianista y elevó el nivel musical de la orquesta. Durante la década que estuvo al frente de la misma, se produjo un nuevo cambio de nombre. La RSO, para evitar confusión dentro del complejo panorama orquestal berlinés, renunció a su nombre y se convirtió en la DSO, Orquesta Sinfónica Alemana de Berlín.
La DSO en el siglo XXI
Con la nueva centuria llegó el estadounidense Kent Nagano, conocido por las arriesgadas combinaciones de sus programas. Después, el alemán Ingo Metzmacher, cuya trayectoria fue la más breve al frente de la orquesta. El abanico de actividades de la formación se dinamizó durante los tres años que estuvo al frente de la misma.
Creó los “casual concerts” o conciertos informales, pensados para jóvenes, que solo duran una hora y cuentan con explicaciones de los propios músicos y precios muy asequibles. El próximo de ellos, en el mes de junio, incluirá al final la transmisión de un partido de fútbol para que los aficionados puedan disfrutar tanto de la música como de su deporte favorito.
El futuro de la DSO está en manos del joven director Tugan Sojiev, que tomará posesión de la titularidad a comienzos de la temporada 2012/13. Amante de Prokofiev, a quien dedicará parte de los conciertos que ya ha programado, a Sojiev le entusiasma la idea de poder incorporarse a la trayectoria única de la DSO.
Autora: María Santacecilia
Editora: Emilia Rojas