Una relación difícil
1 de noviembre de 2002
El diario británico 'The Times', indica que la misión de Fischer fracasó y escribe: "La misión de reconciliación del ministro de Exteriores alemán no tuvo éxito y no logró reparar los daños causados a las relaciones de Alemania y Estados Unidos durante la campaña electoral de Gerhard Schröder. El presidente Bush no está dispuesto a perdonar a los políticos alemanes el que lo hayan comparado con Adolfo Hitler y con un emperador romano. El señor Fischer viajó a Washington y Nueva York, pero ni el presidente Bush, ni la asesora nacional de seguridad, Condoleezza Rice, lo recibieron. Y para la cita con su homólogo, Colin Powell, a penas y le concedieron media hora de tiempo."
Fischer no se arrodilló
El periódico moscovita 'Nesawissimaja Gaseta', interpeta los resultados de esta vista con más optimismo e indica que Fischer de ninguna manera se hincó frente a Washington. "La reunión entre Fischer y Powell, hace pensar que ambas partes han llegado a la conclusión de que ha llegado el tiempo de restar tensión a sus relaciones .... Sin embargo el tema Irak continúa siendo una de las principales manzanas de discordia. Antes de partir hacia Estados Unidos, Fischer volvió a recalcar la postura alemana. Berlín se opone a cualquier tipo de acción militar en contra de Bagdad e incluso rechaza participar en un mandato de la ONU. Esta postura es de gran importancia política para el gobierno de Schröder. Por lo mismo no era de preverse que Alemania se hincara frente a Washington. Sin embargo es de esperarse que con el fin de lograr un acercamiento con Estados Unidos, Berlín suavice sus críticas en contra de la exigencia estadounidense de una nueva resolución de las Naciones Unidas."
Un acercamiento lento
El diario alemán 'Die Welt' ve un acercamiento lento entre los gobiernos de ambos países. "Joschka Fischer se reunió con Colin Powell, Peter Struck se entrevistará el 11 de noviembre con Donald Rumsfeld, y el 21 de noviembre se encontrarán Gerhard Schröder y George Bush en el marco de la cumbre de la OTAN. Aun cuando es poco probable que Bush se levante cuando Schröder asuma la palabra durante esta sesión, se puede decir que a paso muy lento se van normalizando las relaciones germano estadounidenses. Sin embargo ni Berlín, ni Estados Unidos deberían darse por satisfechos con tan poco. Tomando en cuenta la situación mundial se requiere mucho más que una relación normalizada, se requiere de creatividad para enfrentar los problemas."