Una tarde de sauna mixto en Alemania: sin ropa y sin pena
29 de enero de 2019Él es la única persona parcialmente vestida en el gran salón. En torno a la figura, que usa sólo una toalla atada en la cintura, hay 30 personas desnudas.
En seguida, él unta la esencia de flor de naranja sobre piedras hirvientes dispuestas en el centro del sauna. El olor refrescante de la infusión se vuelve aún más intenso cuando levanta los brazos y comienza a girar una toalla hacia los asistentes. El calor es casi insoportable, el sudor se escurre por todo el cuerpo. El termómetro ya alcanza los 90 grados.
Justo entonces, el Saunameister pide a todos salir. Es hora de ir al área de las duchas al aire libre para tomar un baño bien helado y luego esparcirse sal gruesa por el cuerpo. Todos hacen fila y esperan pacientes (y desnudos), incluso con el frío de 10 grados en el exterior.
En el jardín, algunos caminan con todo a la vista, otros usan túnicas. Algunos nadan en la piscina, mientras que muchos se reclinan en sillones para leer un libro o almorzar en el restaurante.
A la hora de entrar de nuevo en el sauna, las zapatillas y las batas no pasan de la entrada. Sólo se permite llevar una toalla, para sentarse. ¿Y por qué está prohibida la ropa de baño ? La justificación es la higiene: las altas temperaturas pueden generar hongos y bacterias, y los tejidos sintéticos dificultan la transpiración.
Para entrar en la bañera de hidromasaje, la desnudez también es obligatoria. Una pareja se acomoda sonriente y hasta inicia una conversación. Estar desnudo no intimida a los que quieren socializar en el sauna alemán. Después de todo, aquí todo es llevado en la más pura naturalidad.
Infusiones de anís y ramas de eucalipto
Las sesiones de infusión simultáneas en los distintos salones continúan. En este complejo de saunas en Rheinbach, en el noroeste de Alemania, usted puede optar por infusiones de anís, abedul o limón siciliano. En el sauna seco, uno camina pisando ramas de eucalipto. Las salas de baño turco (saunas a vapor) tienen temperaturas más amenas, son más pequeñas y más húmedas. Y también traen esencias diversas, como la de lavanda.
Cerca de 15 millones de personas frecuentan los cerca de 10.000 saunas de Alemania. De acuerdo con la Asociación Alemana de Sauna, las visitas tienen como objetivo principal aprovechar los beneficios de estos baños para la salud. La entidad también ofrece cursos para la formación de Saunameister. En el país de la Freikörperkultur (FKK o "cultura del cuerpo libre"), no todos simpatizan con la práctica. Algunos alemanes critican el ambiente ahí como exhibicionista o voyeurista.
Para el Saunameister, poco importa, el trabajo se hace con maestría. El especialista trae un balde lleno de miel. "Ustedes pueden esparcir en todo el cuerpo. Combina muy bien con la esencia de melón", explica. Y así, de manera igualmente relajada, termina la tarde en el sauna alemán.
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