Unión Europea: paciencia con Afganistán y dureza con Honduras
15 de septiembre de 2009
Los 27 ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Bruselas entre el 14 y el 15 de septiembre tenían en la agenda el tema de Afganistán: ¿cuál es el camino que la UE quiere seguir y cuánto tiempo más permanecerán los 65.000 soldados de las fuerzas ISAF de la OTAN en la región?
Estas preguntas han dividido en el último tiempo a los socios europeos y miembros de la OTAN. Sobre todo, desde el ataque aéreo en Kunduz –ordenado por las fuerzas alemanas- en el que murieron decenas de civiles.
La misión de estabilización en la región se torna cada vez más peligrosa; una verdadera “democratización” tampoco se avizora. Los resultados de las elecciones –por las cuales, según fuentes de Unión Europea , se han recibido más de 2.000 quejas de fraude- están aún por verificarse.
Y el actual y probablemente futuro presidente de Afganistán, Hamid Karzai, están en el centro de las críticas. Sin embargo -al parecer en esto existe consenso- una precipitada salida de las tropas internacionales de Afganistán no sería útil para nadie.
La necesidad de elaborar un programa
Según el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt –a nombre de la UE por estar Estocolmo al frente de la presidencia semestral del bloque comunitario- Europa tiene la intención de reorientar, a ser posible en este año, la futura ayuda internacional para Afganistán. "Debemos elaborar bajo el mando de Naciones Unidas y junto con todos los demás socios los programas para el apoyo del futuro Gobierno afgano", señaló Bildt.
Una conferencia internacional tendrá que decidir al respecto. "Yo preferiría, si es posible, que se organizara la conferencia en Kabul, porque sería una señal política de los avances", afirmó.
El plan de Steinmeier
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, habló por primera vez de un plan de 10 puntos, con el que quiere sentar las bases de una retirada de las tropas germanas para el año 2013. Éste, según un Steinmeier en el centro de la atención por el tema de los ataques aéreos en Kunduz que costaron la vida a decenas de civiles afganos, ha recibido "un gran respaldo" por parte de sus socios de la UE.
También anunció un "nuevo acuerdo" con el Gobierno en Kabul sobre la futura ayuda civil y militar para Afganistán. Los Estados comprometidos con Afganistán necesitan un "acuerdo claro sobre qué objetivos queremos alcanzar y en qué plazos", señaló.
Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, comentó que no sabía si era posible una retirada de las tropas internacionales en Afganistán dentro de tres o cuatro años. "Eso depende de lo que suceda entre tanto", subrayó. "Pero no estamos ahí para quedarnos. No queremos una victoria militar", añadió.
Tras las elecciones en Afganistán , “la comunidad internacional se encuentra ante una doble cesura", prosigue Steinmeier.
El llamado acuerdo "Afghanistan Compact" nacido en 2006, que establecía hasta ahora los objetivos para la ayuda del extranjero, expira en 2011 y plantea la necesidad de un nuevo plan.
"Creo que no deberíamos precipitarnos. Nos gustaría que las cosas fueran más rápido. Pero lo más importante es que al final haya resultados creíbles", manifestó el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, mientras que Carl Bildt se confesaba preocupado y exhortaba a la paciencia.
"Aún tardará un poco, pero es extremadamente importante que tengamos confianza en los procedimientos existentes y que demos el tiempo necesario a los afganos para cosechar un resultado electoral, que todos acepten por su credibilidad", dijo el sueco.
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Honduras: riesgo de más sanciones
En cuanto a Honduras, en un comunicado, los ministros de Exteriores de la Unión Europea advierte que el Gobierno de facto se arriesga a más sanciones si no coopera en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis provocada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.
La UE continuará restringiendo los contactos políticos con el Gobierno que encabeza Roberto Micheletti, aseveran los ministros de Exteriores de la UE. En julio, la Comisión Europea suspendió el apoyo presupuestario y la asistencia para el desarrollo.
"Hasta que se encuentre un acuerdo pacífico, la UE seguirá lista para tomar más medidas restrictivas, inclusive centrándonos en aquellos miembros del Gobierno de facto que creamos que bloquean el progreso de una solución negociada", señala el comunicado a la vez que ratifica el apoyo a la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y la Organización de Estados Americanos.
El documento exhorta también a todas las partes a trabajar por una solución pacífica negociada y un restablecimiento del orden constitucional de cara a las elecciones de noviembre. Las denuncias de violaciones a los derechos humanos son otro motivo de preocupación.
Willi Meyer, parlamentario europeo del Grupo Confederal de la Izquierda Europea, dijo a Deutsche Wlelle que valora positivamente esta postura pues “es una señal inequívoca de no reconocimiento del Gobierno de facto”.
Mantener la restricción de ayudas de cooperación y el mandato expreso a la diplomacia europea para que no se mantenga ninguna relación con ese Gobierno ilegtímo, son, en opinion de Meyer, medidas acertadas dado que “es un gobierno golpista”.
Otra medida de presión, así el parlamentario, es que en coordinación con las otras instituciones europeas, el Parlamento exija que Honduras no participe en el Acuerdo de Asociación con América Central. “Debemos coordinar medidas a nivel internacional –con Naciones Unidas como con la Organización de Estados Americanos- hasta conseguir la vuelta del presidente Zelaya”, opina Meyer para quien eso su restitución –por ser el presidente democráticamente elegido- es innegociable.
Autor: Mirra Banchón/dpa/rtr/efe/afp/ebs
Editor: Enrique López