Sociedad
Unidos para siempre
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La tía abuela de la cantante israelí Rilli Willow murió en Auschwitz, pero Rilli se casó con un cristiano alemán y vive en Berlín. El cocinero alemán Tom Franz se convirtió al judaísmo, se casó con una israelí y vive en Tel Aviv. También la escritora alemana Sarah Stricker trabaja y vive en Israel. Cuatro ejemplos de una nueva generación de israelíes y alemanes que demuestran que, incluso tras los capítulos más oscuros de la historia alemana, la gente puede volver a convivir en paz y amistad.