Unión Europea: continuar con pausa para pensar
8 de junio de 2005El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso -que salió invicto de la moción de censura en su contra- hizo un llamado para encontrar una solución política conjuntamente en la cumbre de la próxima semana en Bruselas. Renunciar al proyecto de la Constitución ahora sería ignorar que diez países ya la han ratificado y que en cuanto a los trece que faltan, sería quitarles el derecho a tomar posición. La Unión Europea no puede continuar como hasta ahora, así el presidente de la Comisión, pero tampoco caer en el letargo. Si nunca hubo un Plan B, "quizá deberíamos seguir un Plan D. D de diálogo y democracia".
Grandes grupos en desacuerdo
Mientras Socialistas y Verdes se declaran abiertamente partidarios de continuar con el proceso de ratificación, el Grupo Popular Europeo, el mayoritario de la Cámara, considera que la solución más adecuada es instaurar un compás de espera y congelar el proceso. Hans-Gert Pöttering, el presidente de los populares europeos, exhortó a "repensar Europa y a tener más en cuenta las preocupaciones de los ciudadanos".
Martin Schulz, presidente de los Socialistas, dijo en el debate que "el proceso debe seguir" a pesar del "desencanto de los ciudadanos", pero analizando la situación. "Antes había paz y bienestar. Ahora hay menos seguridad y menos puestos de trabajo, y no logramos colmar esas preocupaciones", comentó Schulz, quien consideró peligroso que se juegue con la ampliación de la UE.
El espinoso tema del presupuesto
El líder de los Verdes europeos, Daniel Cohn-Bendit, también opinó que todos deben pronunciarse sobre el Tratado. Además recalcó que hay que dejar de mentir a los ciudadanos respecto a los escasos recursos que tendrá la UE con el próximo marco presupuestario (2007-2013) aprobado hoy. Mientras que la Comisión proponía un 1,14% del Producto Interno Bruto (PIB), el Parlamento aprobó hoy un 1,07% del PIB. Esta decisión fue celebrada por Barroso, calificándola de convergente con la evaluación de las necesidades políticas realizada por la Comisión.
Barroso manifestó así mismo su esperanza de que los "Estados miembro puedan seguir este ejemplo y hallen un punto de encuentro entre recursos y necesidades en lugar de imponer límites arbitrarios". Con ello hacía referencia tanto a la exigencia de Alemania, Francia, Holanda, Austria, Suecia y Reino Unido de bajar el aporte comunitario al 1% del PIB, como al reavivado debate acerca del "cheque británico" -una devolución especial a Gran Bretaña negociada por Margaret Thatcher en 1984-, que Alemania, Francia y Polonia ponen a discusión. A este respecto, mientras el canciller alemán, Gerhard Schröder, declaraba en Berlín que sería penoso que el Reino Unido no estuviera dispuesto a hacer esa concesión, el primer ministro británico, Tony Blair, declaraba: que sobre eso ellos "no negocian. Punto".
Todo parece indicar que, con vistas a su cumbre de mediados de mes, en más de un ámbito la Unión Europea requiere de una pausa para pensar aceleradamente.