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Unión Europea: se imponen cambios en política pesquera

19 de mayo de 2010

En todo el mundo se agotan las existencias piscícolas y muchas especies están amenazadas de extinción. La Unión Europea apunta a la sostenibilidad en la política pesquera. Pero la realidad demuestra que no es tan fácil.

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La pesca es fuente de recursos de 400.000 personas en la UE.Imagen: Greenpeace

El cielo estaba despejado y azul en esa mañana de Vigo, en la costa occidental de España. Aviones ultralivianos atraviesan el aire con pancartas que dicen: “Unión Europea, ¡salva a la pesca!”. Esa es la noticia que Greenpeace les transmitió de manera urgente a los ministros de Asuntos Marítimos y Pesca (AMyP) de la Unión Europea antes de su reunión informal de primavera.

Pero, tal vez, el mensaje esté demás, ya que los ministros saben muy bien que es necesario salvar a los peces y a los mares. Y quien lo sabe mejor que nadie es la comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca (AMyP) de la UE, Maria Damanaki. “Tenemos grandes problemas por la sobrepesca y el exceso de capacidades en toda Europa, y debemos enfrentarlos. Por eso necesitamos una reforma”, señala Maria Damanaki.

La comisaria Damanaki se propone lograr un verdadero cambio dentro de algunos años. Casi un 90 por ciento de las existencias piscícolas de la UE están sobrepescadas, de acuerdo con la comisión, y un 30 por ciento se hallan en peligro de no poder volver a regenerarse. Lo importante es ahora encontrar un punto de partida practicable y planificar a largo plazo, dijo Maria Damanaki luego del encuentro de los ministros de Asuntos Marítimos y Pesca en la ciudad de Vigo.

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Banco de sardinas.Imagen: picture-alliance / OKAPIA


Sostenibilidad: ¿sólo en apariencia?

Si bien la comisaria de la UE y los representantes gubernamentales alabaron el fructífero debate, la supuesta armonía reinante no es tal. Aparentemente, todos juraron atenerse a la palabra “sostenibilidad”, es decir, a no pescar más peces que los que pueden volver a reproducirse en los mares. Pero las apariencias engañan.

Hasta ahora, las cuotas de pesca son determinadas por los ministros de AMyP y asignadas a nivel nacional. Todos los años, en otoño, los ministros de los 27 Estados europeos se reúnen para negociar la cantidad y especies de peces que se le permitirá pescar a cada país. Hace poco, la Unión Europea comenzó con las consultas en las cuales los Estados de la UE y la industria pesquera presentan sus planes para 2011.

Por lo general, en esas reuniones las propuestas, basadas en conocimientos científicos, se van diluyendo con facilidad, lo cual critica la eurodiputada Isabella Lövin, la única de la fracción de Los Verdes en la Comisión de Pesca del Parlamento: “Es ridículo que los ministros de AMyP se encuentren todos los años para regatear sus cuotas pesqueras como en un mercadillo. Y ver que cada país trata de aumentar su cuota, en contra de todas las advertencias de los expertos”, dice Lövin.

España: más pesca a pesar de advertencias

España está probando una nueva fórmula para obtener más derechos pesqueros. Hasta ahora, las cuotas decididas por los ministros se distribuyen entre los países y no están en venta. El Gobierno español aboga porque las cuotas se puedan negociar libremente, más allá de las fronteras.

Eso ayudaría a expandir la flota española, que ya es la más grande de la UE. Una pesadilla para Saskia Richartz, de Greenpeace: “El resto de los países de la UE rechazan las cuotas negociables porque temen una sobrecarga para las pequeñas empresas. Todos están de acuerdo en que hay que proteger la llamada ‘pesca artesanal'. Pero hay opiniones divergentes acerca de en qué consiste exactamente ese tipo de pesca.

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Muchas especies están en peligro de extinción.Imagen: picture-alliance / OKAPIA

Reformas, pero sin olvidar el aspecto social

También está claro que en la UE hay todavía demasiados barcos en circulación. Actualmente, navegan cerca de 82.000 barcos pesqueros que atrapan unos cinco millones de toneladas de pescado, con tendencia a la baja. Isabella Lövin, de Los Verdes, tiene una solución muy sencilla: “La mejor manera de reducir la flota sin invertir demasiado de las ganancias fiscales es, por supuesto, anular las subvenciones que permiten que los pescadores sigan trabajando a pesar de que no hay suficientes peces”, subraya la eurodiputada.

Pero los Gobiernos de la UE no lo aceptarían. Todavía está fresca en el recuerdo la última manifestación de pescadores enfurecidos en Bruselas. Y, además, en la UE todavía viven unas 400.000 personas de la pesca, por lo cual, según la diputada Ulrike Rodust, del Partido Socialdemócrata alemán, habría que desmontar de a poco las sobrecapacidades teniendo en cuenta el aspecto social. La realidad de los Estados de la Unión Europea es diversa y no permite que se aplique una misma medida para todos por igual.

La política pesquera del futuro debería ser ecológica, tanto en lo económico como en lo social. Eso es lo que exige el Parlamento de la Unión Europea y algo que todos apoyarían. Pero la realidad cotidiana de los pescadores, de los peces y de los consumidores hace pensar que aún hay mucho por debatir acerca del tema.

Autora: Katrin Brand/ Cristina Papaleo

Editor: Emilia Rojas-Sasse