Varsovia, ayer y hoy
Antes de la Segunda Guerra Mundial, era conocida como el "París del Este". Pero en 1945, el 80 por ciento de sus edificios quedaron reducidos a escombros. Actualmente, la ciudad resplandece como metrópolis europea.
El centro histórico, hoy
La Columna de Segismundo en la Plaza del Castillo. El rey Ladislao IV la mandó construir en el siglo XVII en memoria de su padre, Segismundo. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes destruyeron la Columna. Los habitantes de Varsovia la volvieron a erigir tras el fin de la contienda y se ha convertido en un símbolo de la reconstrucción del país.
Óleos en lugar de planos
El maestro veneciano Bernardo Belotto, más conocido como Canaletto, era un gran conocedor de la ciudad, a la que inmortalizó en sus óleos del siglo XVIII. En 1945, cuando Varsovia estaba en ruinas, sus cuadros sirvieron como guía para reconstruir la ciudad. El centro histórico de la capital polaca es actualmente Patrimonio Cultural de la UNESCO.
El varsoviano más universal
El compositor Frédéric Chopin es la mejor representación polaca de la alta cultura europea. Nació en Varsovia, hijo de un polaco y una francesa. El aeropuerto de la ciudad lleva su nombre y abundan los rincones dedicados a su memoria. Chopin está enterrado en París, pero su corazón, por deseo expreso del músico, regresó a Varsovia.
El París del Este
Durante un siglo, Polonia no existió en el mapa de Europa. Rusia, Austria y Alemania se dividieron literalmente el país. En 1918, Polonia recuperó su independencia y su capital floreció. En la década de los años 30, había en Varsovia veinte teatros y setenta cines. En sus universidades estudiaban más de 22.000 personas.
La catástrofe de la guerra
En 1939 se produjo la invasión de Polonia por tropas alemanas. Un año después, los nazis construyeron en Varsovia un gueto para que 400.000 judíos vivieran de forma temporal. La mayoría fue deportada al campo de exterminio de Treblinka. Cuando en 1943 los oficiales alemanes trataron de trasladar a quienen allí quedaban, estalló un levantamiento en el gueto.
Una tragedia polaca
El 1 de agosto de 1944, el Ejército Rojo se encontraba en la orilla oriental del Vístula. Así las cosas, la Wehrmacht se batió en retirada. El Ejército polaco decidió plantar cara a los alemanes, confiando en la ayuda soviética. Los sublevados lucharon durante 63 días antes de verse obligados a capitular.
En el suelo
Los alemanes reaccionaron ante el levantamiento con una ira sin parangón. En octubre de 1944, bombardearon la ciudad hasta reducirla a cenizas. Volaron puentes enteros. De los 720.000 habitantes que había en Varsovia antes del levantamiento, quedaron solo alrededor de 900 entre las ruinas. El levantamiento quedó como el más grande símbolo de la resistencia polaca ante la ocupación nazi.
Varsovia, hoy
Desde 1989, la capital de Polonia vive el mayor punto de inflexión de su historia. Ninguna otra ciudad del país atrae tantos visitantes y empresas internacionales. Hoy viven en Varsovia casi dos millones de personas. Entre ellas, mucha gente joven. En los últimos años, la ciudad también crece en vertical: varios edificios de oficinas superan los 200 metros de altitud. Varsovia florece.