Veneno para la economía
14 de febrero de 2003Las perspectivas de la economía alemana no son color de rosa. Con cerca de 4,6 millones de desempleados y notorios agujeros en el presupuesto fiscal, el superministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, se ha visto obligado a corregir a la baja sus pronósticos para el año en curso.
La amenaza de la guerra
Lejos de propagar el clásico optimismo gubernamental, el ministro planteó ante el parlamento germano que se han reducido las posibilidades de reactivación en el curso de este año. En lugar del 1,5% previsto originalmente, el gobierno espera ahora apenas un crecimiento del 1%. Y eso sólo en el caso de que se consiga evitar una confrontación militar con Bagdad.
"La amenaza de una guerra contra Irak se ha extendido como una sombra sobre la economía y el mercado laboral", indicó Clement en el debate dedicado al informe económico anual. Junto con afirmar que tal conflicto conlleva "riesgos incalculables" para la coyuntura, puntualizó que el gobierno hará todo lo posible para proteger al sector económico de las consecuencias de un operativo bélico. En este contexto, argumentó que el pacto de estabilidad de la Unión Europea ofrece márgenes de flexibilidad en situaciones de excepción. Pero dejó en claro que "el mejor programa coyuntural sería que la guerra no tuviera lugar".
"Sólo pretextos"
Los dirigentes opositores de la Unión Cristianodemócrata y el Partido Liberal Demócrata replicaron, lógicamente, haciendo notar que los problemas alemanes no se reducen a los derivados del peligro bélico. Ciertamente, una confrontación militar incidiría negativamente, comenzando por los previsibles aumentos que provocará en el precio del petróleo. Pero, según hizo notar el vicepresidente de la bancada parlamentaria cristianodemócrata, Friedrich Merz, afectará por igual a muchos países y no justifica el hecho de que Alemania esté a la zaga en cuanto a los índices de crecimiento.
En opinión de Merz, "Alemania se encuentra en una profunda crisis económica y laboral, de origen estructural", que el gobierno socialdemócrata no ha sido capaz de superar. También el experto de los liberales en materia económica, Rainer Brüderle, habló de la "crisis más profunda de la postguerra" y demandó reformas de fondo.
También el gobierno está empeñado en llevar a cabo reformas, de modo que cabría esperar que hubiera puntos de acercamiento. Sólo que intenta conseguirlo sin romper con los sindicatos, que se resisten a renunciar a conquistas de décadas en materia de normas laborales. En consecuencia, el proceso será arduo. Pero a estas alturas parece inevitable, con o sin guerra contra Irak.