Venezolano pudiente busca departamento en Madrid
8 de julio de 2019La cifra de venezolanos que emigran a España se ha multiplicado por diez en cinco años: de los 4.609 que llegaron en 2013 a los 46.825 de 2018. Casi la tercera parte desembarca en Madrid, destino seguido de lejos por Barcelona, Tenerife y Valencia. Los 40.425 inmigrantes venezolanos llegados desde 2012 a la capital española son un número pequeño si tenemos en cuenta la cifra total de más de cuatro millones de emigrados o los más de 1,3 millones llegados solo a Colombia. Pero han dinamizado un mercado inmobiliario que estaba recuperándose todavía de la crisis de hace una década.
Si en 2009, año del estallido de la burbuja inmobiliaria, los venezolanos compraron en España un total de 140 pisos, entre 2013 y 2018 adquirieron, solo en Madrid, más de 9.500 viviendas. Se trata de una inversión estimada de entre 2.000 millones de euros, según el cálculo más conservador, y 4.500 millones, cifra probablemente más cercana a la realidad. No en vano, entre esos cuarenta mil venezolanos llegados a la capital española se cuentan los poseedores de algunas de las mayores fortunas del país.
Grandes operaciones millonarias y pequeños ahorradores
Casos como el del banquero Juan Carlos Escotet, el primer venezolano que aparece en la lista Forbes de este año, que en 2012 comenzó a adquirir bancos y luego las cajas gallegas, o como el de la familia Cohen, propietarios del Grupo Sambil, que adquirieron un centro comercial en Madrid, acapararon titulares de prensa. "España es un buen destino para invertir y para trabajar, es un país en el que tenemos la facilidad del idioma, la historia, somos latinos también", decía en una entrevista Roberto Cohen, director general de Sambil, el día de la inauguración del centro. "Además está más sabroso que nunca España", resumía de forma gráfica.
Siguiendo la estela de esas grandes operaciones millonarias, ha habido también un goteo constante de inversiones, sobre todo en viviendas de lujo de la capital española. Empresarios, pequeños ahorradores y también opositores venezolanos han buscado en Madrid un refugio para sus fortunas, pero también para rehacer sus vidas. La familia de Leopoldo López, por ejemplo, ya contaba mucho antes de pedir el asilo en la embajada española de Caracas con un piso de lujo en el Barrio de Salamanca, la zona preferida de Madrid para los venezolanos. Y una de las más caras.
Según la prensa local, que quizá exagere al bautizar ese barrio de la capital española como 'Little Caracas', también han sido muchos los adictos al régimen de Nicolás Maduro que han buscado poner a buen recaudo en Madrid sus ahorros con inversiones inmobiliarias.
Recogiendo resultados
Sin embargo, la llegada de inversiones venezolanas al mercado inmobiliario madrileño es un fenómeno que ya está remitiendo, como atestigua por ejemplo Gonzalo López-Van Dam, propietario de la agencia Promora, especializada en el Barrio de Salamanca y otras zonas de lujo de la capital: "Ahora es un goteo mucho menor; a partir del 2011 empezaron a incorporarse al mercado grandes fortunas que entraron adquiriendo gran cantidad de inmuebles, pero ahora menos". De hecho, explica, ahora muchos están desinvirtiendo. "Tenga en cuenta que comprando un piso en el centro de Madrid en 2012 o 2011 han obtenido hasta 2015 fuertes plusvalías: muchos de ellos están vendiendo, recogiendo beneficios".
Entre los venezolanos llegados a Madrid también hay varios prominentes constructores y promotores inmobiliarios, como los hermanos Axel y Miguel Ángel Capriles, familiares lejanos del antiguo gobernador del Estado de Miranda y destacado líder opositor Henrique Capriles. O el arquitecto Roberto Perri, al frente de The Corner Group. Para la alemana Charlotte Prinz, directora de desarrollo de negocio en la agencia John Taylor, su presencia ha inclinado el mercado más que la de los pequeños compradores. Estos "habrán sumado, pero tampoco creo que sean la razón principal" de que los precios hayan subido. No han pesado tanto en la demanda. "Lo que sí que hemos notado es que hace años trabajábamos con fondos españoles que compraban [edificios enteros de] viviendas y últimamente se han ido a otros sitios porque no pueden competir con estos fondos venezolanos", explica.
'Golden Visa'
La prensa española aduce también como una posible causa de la llegada de tantos venezolanos al mercado inmobiliario madrileño la posibilidad de recibir automáticamente el visado de residencia por la compra de viviendas de más de 500.000 euros, conocida popularmente como la 'Golden Visa'. Fue una medida que tomaron las autoridades en 2013 para reactivar el maltrecho mercado inmobiliario español atrayendo inversión extranjera. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación confirma que solo a 68 venezolanos se les ha otorgado este visado especial desde 2013. En el mismo período, se han tramitado 60.000 permisos de residencia y 13.177 visados ordinarios. Y se ha concedido la nacionalidad a 14.563 venezolanos.
El economista Borja Mateo, experto en el mercado inmobiliaria español, explica una posible causa para esta baja cifra de visados por compra de vivienda: "En 2012, paralelamente a la introducción de la 'Golden Visa', se introdujo otra medida que hizo mucho daño, que fue el Modelo E720". Es un formulario que todos los residentes fiscales tienen que rellenar y en el que hay que informar a Hacienda de todos los bienes que se poseen y rentas que se reciben, también en el extranjero.
"Este tipo de gente no quiere decir dónde tiene su dinero, porque tiene miedo de que se pueda intercambiar información con los países de origen", añade. "Ahuyenta a las grandes fortunas, por supuesto", concluye.
¿Madrid, refugio de fortunas?
Mateo no considera que el peso de los compradores extranjeros sea tan determinante en el mercado español. "Es que en España, excepto Ibiza, no hay ningún mercado en el que los no residentes marquen la pauta del precio. (...) Internacionalmente puede ser Mónaco, igual Hong Kong, posiblemente también Nueva York, el centro de Londres... Madrid no. No creo que sea un centro de refugio de las grandes fortunas, excepto de las nacionales". Pero precisamente por eso han podido desembarcar fácilmente los compradores venezolanos, que tradicionalmente invertían en Miami, donde todavía entre 2016 y 2017 gastaron unos 1.780 millones de euros en el área inmobiliaria.
"Han tenido la oportunidad de comprar a precios baratos: edificios, pisos, que han podido reformar, y mientras el mismo mercado se estaba restableciendo han podido ir vendiendo sus activos", explica Prinz. "Pero entiendo que es un ciclo natural: que igual que ahora mismo estamos en la cima, volverá a bajar". De hecho, tanto en su agencia, John Taylor, como en otras consultadas, constatan que son los mexicanos los que están tomando el relevo de los venezolanos desde hace unos diez meses.
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