Venezuela juega con fuego
24 de enero de 2003La huelga general que ya casi dura 60 días en Venezuela afecta a los ingresos petroleros, crece la amenaza de una fuga masiva de capital, así como una subida del dólar, que desde inicios del 2003 se desplomó en un 25%, obligaron a esta medida, que en principio se levantará el martes 28 de enero.
El paso aspira a frenar la compra masiva de divisas en Venezuela. Ante el temor de una pronunciada devaluación en los próximos meses. Al mismo tiempo la administración aseguró que la decisión no afectará el cumplimiento de los pagos de la deuda externa.
Una medida de doble filo
Los analistas no se muestran sorprendidos por la decisión de la administración Chávez. "En el actual contexto político es una medida que estábamos esperando", dijo a DW-World Cyrus de la Rubia, del Dresdner Bank Lateinamerika en Hamburgo.
Cerrar el mercado de cambio "siempre es un desastre, especialmente en el largo plazo, porque distorsiona los precios", explica de la Rubia, ya que las distorsiones evitan el correcto funcionamiento de la economía.
Asimismo la medida sería un mal indicador para los inversores internacionales. "Desde el punto de vista del riesgo país es algo muy negativo, porque desalienta la inversión de mediano y largo plazo", aclara a DW-World María Laura Lanzeni, del departamento de análisis de riesgo de Deutsche Bank en Francfort. Aunque esta analista matiza que el impacto "varía, si se quieren comprar bonos de largo plazo".
Esto se refiere al anuncio de las autoridades venezolanas de querer seguir pagando la deuda externa. En principio, el cierre del mercado cambiario frena la caída de reservas, asegurando que el país siga en condiciones de poder pagar su deuda externa. En este sentido "hay un juicio sobre la voluntad de pago, más que sobre la capacidad de pago", agrega la analista del Deutsche Bank.
"Si se intenta detener la fuga de capitales y la bajada de la moneda, se trata de medida muy efectiva en el corto plazo, aunque si mantiene en el largo plazo, podría generar un mercado negro de divisas", explica María Laura Lanzeni.
Estrategia consistente
Cyrus de la Rubia califica a la estrategia de "muy consistente para que Chávez permanezca en el poder hasta el referéndum de agosto. Con la medida tiene más posibilidades de controlar la situación". Al mismo tiempo considera " improbable que Chávez se mantenga en el poder en el 2004". Independientemente de cómo se desarrolle la consulta popular, el analista del Dresdner Bank Lateinamerika cuenta con que "habrá un cambio de gobierno en torno a una figura que reunifique al pueblo venezolano, que podría dar un giro muy importante a la economía", dijo a DW-World.
No todos coinciden con esta interpretación. A pesar de que hasta un 70% de los venezolanos se opondrían a una permanencia de Hugo Chávez en la presidencia, la analista María Laura Lanzeni indica que "la oposición no está unificada en torno a un líder, se mantendría la incertidumbre, por lo cual Chávez no tendría por qué perder en un referéndum".
Por ello, "el escenario óptimo sería un acuerdo entre Chávez y la oposición que pacifique la situación". En el plano económico esto sería, al menos, un primer paso. Los analistas coinciden en que el deterioro económico de las últimas semanas no se podrá recuperar de la noche a la mañana.
Por lo pronto, señalan los expertos, lo más importante para la economía venezolana será que es se reanude lo antes posible la vital producción petrolera.