Viaje por la historia de Alemania visitando estos lugares
Viajamos al pasado de Alemania y exploramos 10 monumentos que narran importantes épocas y distintos hitos a lo largo de 2.000 años de historia alemana.
Hermannsdenkmal, Detmold
Hace unos 2.000 años, varias tribus germánicas vivían en lo que hoy es Alemania. El monumento Hermannsdenkmal se eleva a 386 metros sobre la ciudad de Detmold, en Renania del Norte-Westfalia. Conmemora la batalla del bosque de Teutoburgo, en el año 9 d. C., en la que la tribu germánica de los queruscos y su líder, Arminio (Hermann, en alemán), derrotaron a los romanos.
Catedral de Aquisgrán
Aunque las tribus germánicas son los antepasados de los alemanes, fue el emperador Carlomagno, coronado en el año 800 en Roma, quien allanó el camino al Imperio Romano-Germánico con sus conquistas en Europa central. La magnífica catedral de Aquisgrán sirvió posteriormente como iglesia de coronación del Sacro Imperio Romano Germánico hasta 1531. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1978.
Castillo de Wartburg, Eisenach
El castillo de Wartburg es considerado uno de los lugares más simbólicos de Alemania. Fue aquí donde Martín Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán, en 1521-22, sentando las bases de una lengua escrita estandarizada. En 1817, estudiantes se reunieron aquí para celebrar el Festival de Wartburg, en el que se manifestaron a favor de una Alemania unida, con una constitución y derechos civiles.
Palacio de Sanssouci, Potsdam
Berlín y Potsdam eran el corazón de Prusia. El emperador alemán Federico II convirtió el pequeño país en una gran potencia europea y, hacia 1740, Berlín era un centro de la Ilustración. Durante este periodo, se erigieron muchos edificios magníficos en Berlín y en la vecina Potsdam. A Federico II le encantaba pasar tiempo allí, en el palacio de Sanssouci (en la foto).
Monumento a la Batalla de las Naciones, Leipzig
En octubre de 1813, los ejércitos aliados de Rusia, Prusia, Austria, Suecia y potencias menores se enfrentaron a las tropas de Napoleón en Leipzig. Fue la mayor batalla registrada en la historia hasta ese momento, con cerca de 600.000 soldados. Acabó con la supremacía de Napoleón en Europa, obligándolo a retirarse de Alemania. El monumento tiene 91 metros de altura y pesa 300.000 toneladas.
Iglesia de San Pablo (Paulskirche), Frankfurt
En el siglo XIX, Alemania era un mosaico de Estados soberanos que se unieron para formar la Confederación Germánica. Sin embargo, la población estaba cada vez más descontenta, lo que desembocó en la Revolución de Marzo de 1848. Posteriormente, se convocó una Asamblea Nacional en la Paulskirche de Fráncfort para crear una constitución liberal y debatir la formación de Alemania como nación.
Centro cultural de la exmina de Zollverein, Essen
La fase de máxima industrialización de Alemania comenzó más tarde que la de Inglaterra. Se puso en marcha a principios del siglo XIX. La Cuenca del Ruhr se convirtió entonces en un centro de extracción de carbón. Hoy, las fábricas de aquella época han cerrado, en su mayoría. Algunas, como Zollverein, de Essen (en la foto), se han transformado en un centro cultural.
Monumento al Holocausto, Berlín
El siglo XX estuvo marcado por la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Los nazis llegaron al poder en 1933 de la mano de Adolf Hitler. Asesinaron a más de 6 millones de judíos y a muchas otras víctimas. Hoy, muchos monumentos conmemoran ese cruento periodo en Alemania. El más famoso es un campo de 2.711 bloques de hormigón situado junto a la Puerta de Brandemburgo, en Berlín.
Memorial del Muro de Berlín
Tras la derrota de los nazis, los vencedores dividieron el país en zonas de ocupación. Eso condujo más tarde a la división de Alemania en Este y Oeste mediante un muro y fortificaciones fronterizas. El monumento conmemorativo de Bernauer Strasse muestra lo infranqueable que era el muro, y comparte historias de personas que intentaron huir al Oeste.
Puerta de Brandemburgo, Berlín
Alemania celebra su reunificación el 3 de octubre de 1990, 329 días después de la caída del Muro de Berlín. La Puerta de Brandemburgo, la única que se conserva en Berlín, está situada en lo que en su día fue una franja mortal entre Berlín Occidental y Oriental cuando la ciudad estaba dividida. Hoy es un símbolo de la unidad alemana y un punto de referencia popular.