Visite Alemania sin salir de América
Para pasear por pueblitos alemanes no es imprescindible viajar a Europa. En el continente americano hay lugares que nos trasportan a Alemania, gracias a la arquitectura de los colonos o a las costumbres germanas.
La Cumbrecita
Helmut Cabjolsky, un inmigrante alemán que viajó a Argentina en 1932, compró las tierras de la provincia de Córdoba donde más adelante se levantaría este pueblo de aspecto similar a antiguas aldeas alemanas. Las primeras casas se comenzaron a construir en 1940. Actualmente La Cumbrecita es un pueblo peatonal, declarado zona de protección ambiental y dedicado principalmente al ecoturismo.
Villa General Belgrano
En 1929, el alemán Paul Friedrich Heintze compró y loteó los terrenos de la provincia de Córdoba donde se fue levantando en los años 30 el poblado que luego se convertiría en la Villa General Belgrano. En la pequeña ciudad, en la que predomina la arquitectura bávara, se afincó la mayor colonia alemana de Argentina. Hoy en día es un imán turístico, especialmente por su gran Fiesta de la Cerveza.
Blumenau
En el sureño estado brasileño de Santa Catarina, el farmacéutico alemán Hermann Bruno Otto Blumenau fundó la ciudad que lleva su nombre, con la ayuda de otros inmigrantes germanos. La mayoría de sus famosas casas de entramado de madera son, sin embargo, más recientes. Blumenau es famosa, entre otras cosas, por su Fiesta de la Cerveza que cuenta incluso con un sitio propio: “Vila Germanica Park”.
Campos do Jordão
Ubicada en el Estado de Sao Paulo, Campos do Jordão es la ciudad más alta de Brasil y fue un importante centro para el tratamiento de la tuberculosis. Muchas construcciones están inspiradas en un estilo arquitectónico típico alemán. Pero fue fundada en 1874 por el portugués Matheus da Costa Pinto. De allí proviene la cerveza Baden Baden, una de las cervezas artesanales más famosas de Brasil.
Frutillar
A orillas del lago Llanquihue, en el sur de Chile, Frutillar fue fundada por inmigrantes alemanes en noviembre de 1856 y conserva hasta el día de hoy la impronta germana en su perfil urbano. El Museo Colonial Alemán ofrece una panorámica de la inmigración alemana en la región y en esta pequeña ciudad, conocida como lugar de veraneo y sede las Semanas Musicales de Frutillar.
Puyuhuapi
Ubicado en la región patagónica chilena de Aysén, Puyuhuapi fue fundado en 1935 por colonos alemanes originarios de Rossbach, un pueblo de la zona de los Sudetes, en lo que hoy es la República Checa. Después de la II Guerra Mundial, familiares de los primeros inmigrantes tuvieron que dejar su terruño y avecindaron en este pequeño poblado, en el que existe una escuela llamada “Hamburger Schule”.
Pozuzo
Tiroleses, renanos y algunos bávaros fundaron en 1859 la “Colonia de Pozuzo” en Perú, en terrenos concedidos por el gobierno peruano. El grupo era liderado por el sacerdote católico Joseph Egg, oriundo de Tirol. A los viajeros les llama la atención un letrero que identifica al lugar como “la única colonia austro-alemana del mundo” y la forma en que se han adaptado las costumbres germanas al lugar.
Colonia Tovar
“La Alemania del Caribe” es uno de los nombres con que se conoce a Colonia Tovar, ciudad venezolana fundada en 1843 por inmigrantes de Baden y de Holanda. Su llegada obedeció a una iniciativa del gobierno de Venezuela que, por sugerencia de Alexander von Humboldt, tomó contacto con habitantes de la región de Kaiserstuhl, que tiene ciertas similitudes con la zona donde se instaló la colonia.
Fredericksburg
La ciudad de Fredericksburg, en el estado de Texas, fue fundada en 1846 por Otfried Hans von Meusebach, quien la bautizó así en honor al príncipe Federico de Prusia. La ciudad fue poblada luego sobre todo por alemanes liberales de la región de Westerwald que huían de la represión en Alemania en la época previa y posterior a la Revolución de 1848. También allí se celebra la Fiesta de la Cerveza.
Leavenworth
No todos los “pueblitos alemanes” del continente americano surgieron de la mano de colonos germanos o europeos. Hay al menos uno que se inventó a sí mismo: Leavenworth, en el estado de Washington, Estados Unidos. Tras una severa crisis económica, los habitantes decidieron “remodelar” el pueblo y darle su actual aspecto alpino. Así, la localidad se volcó al turismo, que garantiza su sustento.