Vuelo MH370: evidencias avalan hipótesis del secuestro
17 de marzo de 2014La suerte de los 239 pasajeros y la tripulación del vuelo MH370 de Malaysian Airlines está envuelta en un halo de misterio desde que despegara en Kuala Lumpur con destino a Pekín el pasado 8 de marzo. Más de una semana después de que el avión interrumpiera el contacto con los controladores aéreos de la costa este de Malasia, los investigadores no han encontrado indicios firmes que expliquen su desaparición. No se han hallado restos de la aeronave que permitan reconstruir los hechos y las teorías que emergen se contradicen mutuamente.
Sin embargo, tras ser criticado por no compartir informaciones completas y precisas, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, hizo un anuncio el pasado sábado (15.3.2014) que ha alterado la naturaleza de la operación de rastreo. El mandatario sostuvo que el Boeing 777 se había desviado de su ruta establecida, dirigiéndose hacia el oeste y volando durante siete horas, después de que alguien dentro del avión desconectara el sistema de comunicaciones. “Estos movimientos denotan una acción deliberada”, señaló Razak.
Tras la pista de posibles sospechosos
El primer ministro de Malasia agregó que la última comunicación de la nave con los satélites permitió ubicarla aproximadamente en uno de dos corredores: un corredor septentrional, que se extiende desde el norte de Tailandia hasta la frontera entre Kazajstán y Turkmenistán, y un corredor meridional, que va desde Indonesia hasta el sur del océano Índico. Radares militares sugieren que el avión volaba hacia las Islas Andamán, un archipiélago indio entre el mar de Andamán y el golfo de Bengala.
“De concentrar la búsqueda en aguas de poca profundidad hemos pasado a inspeccionar océanos profundos y el territorio terrestre de once países. El número de Estados involucrados en el rastreo ha aumentado de catorce a veinticinco”, dijo el ministro de Transporte de Malasia, Hishammuddin Hussein. La búsqueda también ha adquirido el viso de una investigación criminal. Las autoridades han hecho allanamientos e indagaciones para determinar si algún pasajero o miembro de la tripulación pudo haber secuestrado la aeronave.
¿Secuestro criminal o acto terrorista?
Muchos expertos en aviación y seguridad argumentan que las nuevas evidencias avalan la hipótesis de que el vuelo MH370 fue secuestrado. Chris Yates, un asesor en aviación radicado en el Reino Unido, es uno de ellos: “Es que no hay una causa natural para un cambio de ruta tan drástico”, asegura Yates en entrevista con DW, acotando que quien se hizo del control del avión tenía “un entrenamiento de vuelo razonable y buen conocimiento de las rutas”. Para Heinrich Großbongardt, un alemán experto en aviación independiente, puede haber tenido lugar un acto terrorista.
“No se me ocurre ninguna falla técnica que tenga como consecuencia que el avión se vuelva invisible ni ninguna circunstancia que demande apagar el sistema de comunicaciones del avión”, comenta Großbongardt, distinguiendo entre un secuestro con fines criminales y uno de talante terrorista. Ningún grupo extremista ha asumido responsabilidad por la desaparición del avión hasta ahora. Pero en el marco de ese escenario cabe preguntarse: si la aeronave cayó al agua, ¿reivindicarían los terroristas un golpe que fracasó?
Volando bajo
Muchos se preguntan también cómo es posible que el avión haya volado durante tanto tiempo sin ser detectado por radar alguno. “Una estación de radar cerca del nivel del mar puede detectar aeronaves que vuelan a una altitud de 1.000 metros”, explica Großbongardt. No obstante, su capacidad de detección disminuye progresivamente a medida que los aviones vuelan más bajo. “Eso es lo que hacen los jets militares para no ser detectados por los radares del enemigo”, agrega el experto.
Hasta ahora, nada de lo que han dicho los especialistas logra tranquilizar a los entrañables de quienes iban a bordo del vuelo MH370 de Malaysian Airlines. Großbongardt enfatiza que el análisis de los datos proveídos por los satélites y los radares es crucial para la investigación de este caso, pero admite que, si el avión se estrelló en mar abierto, es poco probable el rescate de pasajeros ilesos. “Debemos encarar la posibilidad de que esta nave haya caído en el mar. Si se hubiera estrellado en tierra, el impacto habría activado automáticamente el dispositivo de emergencia para la localización de la aeronave; un mecanismo que, en casos de accidente, envía señales a los satélites. Es imposible apagar ese dispositivo”, señala Großbongardt.
Por su parte, Yates insiste en que uno de los retos más grandes de los investigadores es encontrar restos de la aeronave flotando como una alfombra en la superficie del agua. Ese sería un buen indicio para saber dónde se halla lo que queda del avión. El problema, admite Yates, es que, si el avión cayó al mar, a estas alturas los materiales flotantes deben haberse alejado mucho del cuerpo del avión: “Esta dificultad podría convertir esta búsqueda en una muy larga y ardua".