Wall Street abandona a Donald Trump
28 de octubre de 2020Durante mucho tiempo, Wall Street solo tuvo dos preocupaciones en relación con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Algunos temían un traspaso caótico del poder, si el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, perdía y cuestionaba el resultado. Otros temían una victoria para los demócratas, quienes con sus estrictas políticas económicas podrían poner en peligro la valorización de las acciones estadounidenses.
Todo este tiempo, el único escenario deseable para Wall Street parecía ser la reelección de Trump. Después de todo, su impacto en los mercados ha sido bastante impresionante. El S&P500, el índice de referencia más grande e importante de Estados Unidos, ha subido un 50 por ciento desde que asumió el cargo, a pesar de la pandemia. El Dow Jones y el Nasdaq también celebraron constantemente nuevos récords.
La economía estadounidense, sin embargo, todavía sufre los efectos de la crisis. Trump no tiene el coronavirus bajo control, ni hay un segundo paquete de estímulo a la vista. Así que ahora no son solo los votantes los que parecen alejarse cada vez más, como muestran las encuestas. Los inversores estadounidenses también hace tiempo que retiraron su apoyo a Trump.
Los inversores cambian de opinión
"Los mercados actualmente no solo están apostando por Biden, sino que incluso esperan una victoria para los demócratas", dice Nigel Green, fundador y director de la consultora financiera deVere Group. Para Wall Street, esencialmente conservador, este es un cambio de opinión bastante inusual. Biden promete miles de millones en inversiones en la economía estadounidense, pero al mismo tiempo insiste en impuestos más altos y más regulación. "Por lo general, una victoria demócrata significa consecuencias negativas para los mercados, pero nada es normal por estos días", subraya Green.
La estabilidad y la seguridad es lo que los inversores necesitan ahora, dice Chris Myers, presidente de la firma de asesoría financiera Signum Global Advisors. "La gente está simplemente agotada", le dice el financiero a la estación de radio NPR. Las bolsas de valores pueden haber alcanzado nuevos máximos históricos, pero Wall Street está molesto con el estilo de liderazgo de Trump." Es difícil tomar decisiones a mediano y largo plazo sobre las asignaciones de capital, cuando no se sabe qué es lo próximo que decidirá la Casa Blanca".
Lo inversores anhelan la llamada “blue wave”, la ola azul: un escenario en el que los demócratas no solo recuperarían la Casa Blanca, sino también el Senado. Esto pondría a todo el Congreso en su manos. Las decisiones de política económica, como la aprobación de un segundo plan de estímulo por valor de miles de millones, se acelerarían.
Menos conflicto con China
En aras de una recuperación económica sostenible, según Green, los inversores ahora están incluso dispuestos a aceptar aumentos de impuestos y una regulación significativamente más estricta. Una política más confiable y un enfriamiento de la disputa comercial con China podrían incluso compensar las cargas. Además, el paquete de infraestructura de Biden y el mayor gasto gubernamental en general deberían garantizar que la economía y, por lo tanto, los resultados corporativos de muchas empresas se recuperen. Eso solo podría traducirse en una valorización de las acciones a largo plazo.
De hecho, los expertos de Deutsche Bank creen que la victoria de los demócratas es el resultado electoral más probable. Por lo tanto, las inversiones en acciones cíclicas, es decir, acciones que se benefician de una recuperación económica, están subiendo actualmente en Wall Street. Si bien las acciones y bonos tecnológicos continúan perdiendo fuerza, el interés en sectores como las energías renovables, los materiales de construcción y las acciones industriales está aumentando significativamente. Todos esos sectores deberían beneficiarse con un presidente Biden, quien promete estándares ambientales más altos e inversiones masivas en la infraestructura estadounidense.
La élite financiera dona a Biden
Wall Street no ahorra un centavo para apoyar a Biden. Las donaciones de la élite financiera a la campaña electoral rara vez han sido tan altas como este año. Por primera vez en una década, los bancos, las firmas de inversión y similares hurgaron más profundamente en sus bolsillos para los demócratas que para su competencia republicana. Esto es digno de mención simplemente porque, entre todos los sectores, el sector financiero destaca como el mayor financiador de campañas políticas.
Según el Center for Responsive Politics (CRP), las compañías financieras han donado 265 millones de dólares a los demócratas desde principios de año, casi 100 millones más que a los republicanos. "El sector financiero generalmente se considera una fuente confiable de dinero para el Partido Republicano", explica Sarah Bryner, directora de investigación y estrategia del Center for Responsive Politics. "En este ciclo, sin embargo, la tendencia se ha revertido".
También puede depender personalmente de Joe Biden que los demócratas disfruten actualmente de tanto apoyo del sector financiero. Desde el comienzo de su carrera política hasta 2009, el ahora candidato presidencial demócrata de 77 años representó en el Senado los intereses del estado de Delaware, conocido por su política fiscal favorable a las empresas. Se hizo un nombre como cabildero de instituciones financieras y compañías de tarjetas de crédito. "Delaware tiene muchas empresas grandes de Wall Street con las que Biden tiene relaciones y que confían en él", dice el director de investigación Bryner. Y justo Trump le dio por eso a su rival demócrata el apodo de "Quid pro Joe".
(rml/ers)