Gracias a la amistad de Goethe con el duque Carlos Augusto, Weimar se convirtió en un centro cultural. Una muestra de ello es la Biblioteca de la Duquesa Anna-Amalia, de cuya colección Goethe se ocupó personalmente. También Schiller promulgaba el conocimiento y la cultura, la libertad y la igualdad. Algunas obras suyas, como "Guillermo Tell", son un alegato contra la tiranía. 140 años después, sin embargo, Weimar fue escenario de los crímenes del régimen nazi. Cerca está Buchenwald, el mayor campo de concentración en territorio alemán, que hoy se ha convertido en un lugar conmemorativo. En cuanto a la arquitectura, la "Bauhaus" ha resucitado en un barrio nuevo. Allí donde en 1923 se erigió el edificio Haus am Horn, símbolo de la arquitectura moderna. En el Parque sobre el Ilm se puede disfrutar del mismo paisaje que Goethe contemplaba desde su jardín y que tanto lo inspiró.