“Redistribución Justa”

El capítulo alemán de la organización Attac, varias asociaciones civiles, fundaciones caritativas y sindicatos se han unido para conseguir que los ciudadanos con mayores ingresos económicos hagan mayores aportes al fisco germano. Este viernes (3.8.2012), este grupo se presentó en Berlín bajo el nombre Um-fair-teilen, un juego de palabras en el que se alude a la necesidad de redistribuir de una manera más justa la carga tributaria de la población local. El lema de la coalición: “¡Graven la riqueza!”.

Según sus portavoces, el objetivo de la alianza Redistribución Justaes blindar al Estado social en Alemania, fortaleciendo las arcas de la nación. Su plan consiste en involucrar a los más ricos en el pago de los costos de la crisis financiera mediante el cobro de un impuesto extraordinario al patrimonio y frenar el galopante crecimiento de la desigualdad socioeconómica, aumentando los gravámenes por las ganancias de las empresas, así como las cargas tributarias habituales y el impuesto a la herencia de quienes más dinero poseen.

Una propuesta para tiempos de crisis

Otra de sus metas es presionar a la clase política para que reinstaure el impuesto regular al patrimonio y apruebe el controvertido tributo para las transacciones financieras. La respuesta de los partidos que conforman la actual coalición de gobierno no se hizo esperar: el político socialcristiano Hans Michelbach y el liberal Patrick Döring señalaron que serán los medianos empresarios y no los ricos quienes terminarán pagando los tributos, alegando que Redistribución Justano especifica si los patrimonios de las compañías quedarán libres de impuestos.

Al otro lado del espectro político alemán, los socialdemócratas, los verdes y la izquierda se pronunciaron favorablemente sobre las propuestas hechas este 3 de agosto por los voceros de Redistribución Justa: Ulrich Schneider, gerente general de la Federación Paritaria de Beneficencia Pública; Frank Bsirske, jefe de la unión de sindicatos del sector servicios Verdi; y Jutta Sundermann, de Attac, la organización que puso este proyecto en movimiento. Esta iniciativa no es nueva, pero muchos creen que el momento es propicio para que prospere.

Aunque los miembros de Redistribución Justa no se han puesto de acuerdo sobre el porcentaje al que deben ascender los gravámenes en cuestión ni sobre a quién cabe calificar como “rico”, Bsirskecitó como referencia las propuestas hechas recientemente por el Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW). Los expertos de este organismo independiente sugirieron exigirle a aquellas personas cuyos patrimonios superaran los 250.000 euros que pasaran por caja una vez. Un solo tributo del 10 por ciento, pagado a plazos durante diez años, le aportaría al fisco alemán 230 mil millones de euros.

Autor: Evan Romero-Castillo

Editora: Emilia Rojas Sasse