Ética y deporte
23 de mayo de 2007El Tagesspiegel, de Berlín, dice al respecto: "La amnistía que se solicita para los atletas que se drogan es poco realista. La clase deportiva debería antes orientarse de nuevo hacia la honestidad. Es insensato hacer creer al público que es posible alcanzar siempre mayores metas de rendimiento y al mismo tiempo permanecer como una gran familia en la que el juego limpio es lo más importante. El deporte de alto desempeño tiene tanto que ver con la salud, como el consumo de tabaco con la gimnasia respiratoria. Los deportistas deben imponerse metas más humildes."
Nueva forma de pensar
El conservador Die Welt, también de la capital alemana, coincide: "En todos los deportes de desplazamiento parecen haberse alcanzado las metas de desempeño. Parece cercano el punto en el cual no podrán establecerse nuevas marcas sin la ayuda de drogas. Lo que vive el mundo del ciclismo parece buen motivo para cambiar de modo radical nuestra relación con el desempeño deportivo. Si no queremos echar por la borda todas nuestras consideraciones éticas, más vale que nos vayamos acostumbrando a una nueva forma de pensar."
Amnistía necesaria
Desde Koblenz, el Rhein Zeitung manifiesta una opinión totalmente distinta: "Puede sonar dramático, pero una auténtica salida sólo se conseguirá con una amnistía a todos los atletas que hayan sido suspendidos, en cualquier deporte, por la misma causa. Un nuevo inicio, sin condición alguna de por medio; ni siquiera el retiro de trofeos o bonos económicos, sino un claro reconocimiento de que en adelante no utilizarán las sustancias prohibidas. Con controles sanguíneos regulares y comparaciones de ADN. Debería bastar con que el equipo T-Mobile prosiga el reinicio que lleva a cabo de manera decidida. Después de todo, se trata de una falta deportiva y no de un crimen capital. Quien se droga, antes que nada se traiciona a sí mismo y a su cuerpo."
Las intenciones y los medios
En Colonia, el Kölner Stadt Anzeiger es mucho más escéptico: "Todo el sistema está construido bajo la base de callar y dejar pasar. Entrenadores, masajistas, mecánicos, directores deportivos y jefes de equipo han sido, en su mayoría, ciclistas activos. En esa medida, todos ellos saben lo que hacen sus oponentes. Y cuando alguien de repente pedalea demasiado rápido, está claro que ha llegado el momento: aumentar la dosis, bajo riesgo de quedar sin oportunidad alguna de triunfo. Bert Dietz, ex profesional del equipo Telekom, afirma que para salir de este círculo vicioso es necesaria la confesión pública de todos los involucrados para así evitar un posible castigo. Y también, para conseguir un nuevo inicio sin sustancias prohibidas. Ello suena lógico, pero no se podrá implementar en la práctica. Porque aún cuando ocurriera la confesión masiva, los medios para reincidir seguirían disponibles."