Óscar López Rivera "ha cumplido su condena"
18 de enero de 2017Para muchos es uno de los prisioneros políticos más antiguos del mundo. Para otros, un traidor o un terrorista. Lo que no se debate es que Óscar López Rivera "ha pasado encarcelado más de 34 años, muchos de ellos en aislamiento total”, según reza la petición que el abogado José Rodríguez Irizarry promovió en la plataforma "We the people”, y la cual logró juntar más de 108.000 firmas.
"Entendí que había que ir más allá y ser eficientes en llevar un reclamo masivo a los oídos de quien tenía que llegar. Por lo que se me ocurrió crear una petición en el portal We the People, de la misma Casa Blanca, para asegurar que si cumplíamos con el requisito de 100,000 firmas obtendríamos una respuesta", dice Rodríguez Irizarry a DW desde San Juan.
La figura de Óscar López Rivera es compleja. Nacido en San Sebastián, Puerto Rico, y emigrado al barrio de Humboldt Park, en Chicago, López Rivera es veterano de la guerra de Vietnam. Fue condecorado por su desempeño como militar. A su regreso a Estados Unidos, se unió a la lucha clandestina por la independencia de Puerto Rico, como parte de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional.
Las FALN fueron responsables de atentados con bomba que cobraron víctimas, así como de robos armados. López Rivera fue detenido en 1981 y se atuvo a los términos de la Convención de Ginebra para ser considerado prisionero de guerra. Siempre ha negado haber estado involucrado en ataques en los que murieron personas.
Primero fue condenado a 55 años de cárcel por sedición y conspiración. En 1987 recibió una pena adicional de 15 años de prisión por urdir un plan para escapar de la reclusión, acusación que López Rivera y sus abogados atribuyen a "una conspiración concebida y llevada a cabo por agentes del gobierno, informantes y provocadores.”
En una declaración de 2012 a la Asociación de Estudios Americanos, López Rivera calificó sus condiciones de encarcelamiento como "gulags”. En éstos, afirmó, "algunos de nosotros fuimos sometidos a un régimen de privación del sueño que simplemente y sencillamente es una tortura.” Sus comunicaciones "fueron interceptadas y monitoreadas, incluyendo las de carácter jurídico. Mi familia fue perseguida y criminalizada”, dijo.
"Ni siquiera el mismo gobierno de Estados Unidos condenó por ni pudo probar delito violento alguno contra Oscar López Rivera. Fue convicto por conspiración sediciosa, que no es más que intentar derrocar el gobierno de los Estados Unidos. Por ese delito dan una pena máxima de 20 años; Oscar fue sentenciado a 55 y pasó 35 tras las rejas. Por lo que, piense usted o no que lo que hizo está mal, ya cumplió lo que debía", asegura a DW por su parte el promotor de la petición de "We the people”.
El consenso a favor de la liberación de López Rivera es hoy visible. Se percibe, por ejemplo, en las reacciones de prominentes puertorriqueños como los cantantes Ricky Martin y René Pérez Joglar (ex miembro de la banda Calle 13 y hoy conocido como Residente) luego de conocerse la conmutación de la pena a Óscar López Rivera.
El propio gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, manifestó también su beneplácito por la medida de Barack Obama a favor de López Rivera y otros 200 prisioneros, pese a que recientemente propuso la anexión de Puerto Rico a Estados Unidos.
En el terreno político, el ex precandidato demócrata a la presidencia estadounidense Bernie Sanders fue uno de los más célebres promotores de la reducción que permitirá a López Rivera salir de la cárcel en mayo próximo.
La liberación de López Rivera, "para mí personalmente significa un ejemplo de lucha, de esperanza, de no claudicar aún en los momentos más oscuros y sombríos, y sacrificar el bien propio por el bien común", dice Rodríguez Irizarry.
En cuanto a Puerto Rico, "significa muchas cosas. No deja de ser nuestro preso político más longevo y eso representa mucho. Su excarcelación es una gran chispa para la lucha independentista puertorriqueña, aunque en esta ocasión sea través de métodos pacíficos. La lucha por Oscar nos ha dado muchas lecciones, comenzando por la idea de que si trascendemos nuestras pequeñeces y nos unimos por una causa común y justa, podemos rendir frutos", termina el entrevistado.