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11-S y el mundo árabe

Afraa Mohammad, Latkia (CHP)4 de septiembre de 2006

Cinco años después de los atentados del 11 de septiembre, el mundo árabe se presenta más inestable. Una amenaza que podría desatar guerras regionales que amenazan con extenderse hasta la vecina Europa.

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¿Qué democracia es aquella que pretende imponerse con tanques, bombas y aviones de combate?Imagen: AP

¿Cuál es la situación en el mundo árabe cinco años después del 11 de septiembre? Responder esta pregunta resulta igual de difícil que predecir las futuras tendencias de desarrollo en esta región tan estratégica. “Sin duda se han formado tendencias radicales y agrupaciones terroristas hasta ahora desconocidas después de estos terribles acontecimientos. Sin embargo, en la mayor parte de los casos resulta difícil definir quién financia realmente a estas agrupaciones", sostiene el historiador sirio Sagie Qurqmas. “Desde el 11 de septiembre Occidente, especialmente Estados Unidos, no se cansa de culpar a los árabes de ser la fuente de radicalización y terrorismo. Aún cuando sea verdad, en el caso de algunos árabes, no se debe hacer extensivo a la gran mayoría. El radicalismo se registra en todas las sociedades, independientemente de su pertenencia nacional o religiosa".

Por otra parte, Qurqmas cree que es la equivocada política estadounidense la que ha hecho que muchos árabes moderados y dispuestos al diálogo hayan optado por pasarse al bando de los radicales a raíz de la violencia impulsada por Estados Unidos y por su política de ocupación.

"Una consecuencia de las acusaciones ha sido justamente la profundización de la brecha entre Occidente y el mundo árabe. Además de la ocupación de Irak por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña y el fracaso del proceso de paz palestino-israelí también las más reciente guerra de Israel contra el Líbano han aportado a que esta brecha adquiera dimensiones enormes, sin hablar de la hipocresía con la que Occidente maneja cuestiones vitales relacionadas con la democracia y los derechos humanos.”

Debilitación de las fuerzas seculares

Hasta los atentados del 11 de septiembre las democracias occidentales fueron el ejemplo a seguir por las fuerzas seculares del mundo árabe, que pretendían intercambiar los regimenes represivos y totalitarios de la región por sociedades democráticas. Sin embargo, la violación de los derechos humanos en Guantánamo y la cárcel iraquí de Abu Ghraib, los escándalos de la CIA en Europa y el apoyo incondicional de Estados Unidos a las intervenciones militares de Israel en Palestina y El Líbano, tuvieron como consecuencia la pérdida de credibilidad del mundo árabe en Estados Unidos y sus aliados europeos.

El periodista sirio Abdel-Karim Shaheen se pregunta qué democracia es aquella que pretende imponerse con tanques, bombas y aviones de combate, aún al precio de miles de vidas y la destrucción de la infraestructura, como ha sucedido en Irak y en El Líbano. ¿Justifica la democracia este enorme número de víctimas? Shaheen sostiene que Occidente no está interesado realmente en la democratización, sino en asegurar sus intereses en reservas petroleras y en los mercados árabes. Esto explica su estrecha amistad con los regímenes totalitarios en la región.

Las teorías de conspiración

Por otra parte, el fortalecimiento de los grupos islámicos radicales hace que el mundo árabe se vea él mismo amenazado por el terrorismo, opinión que comparten tanto el periodista y abogado iraní, Naih Al-Obaidi y su colega Atef Afif, del periódico sirio Tischrin. Esta amenaza se vive en Egipto, Túnez, Marroco, Arabia Saudí, Jordania, Siria y otros países árabes. Una consecuencia resultante es la iniciativa de algunos gobiernos árabes de incrementar las medidas de seguridad y aprobar leyes antiterrorismo. El problema de estas leyes es que suelen limitar aún más las libertades personales, ya de por sí limitadas. Las reformas democráticas que hay que impulsar se ven desplazadas. Se le da prioridad a la persecución y combate de terroristas.

A esto se añaden las medidas que se han tenido que tomar para enfrentar la amenaza militar proveniente de Estados Unidos e Israel. Los regímenes totalitarios del mundo árabe han logrado mejorar su presencia y fortalecer sus bases porque mientras tanto la propia población los prefiere a gobiernos como el de Irak.

“La población prefiere un estado dictatorial a un estado en el que rigen el caos y la violencia y en el que corre la sangre, como sucede actualmente en Irak bajo el mando estadounidense y británico”, según el autor y columnista Jameel Abu Hassan.

Perspectivas aterradoras

Cinco años después de los atentados del 11 de septiembre el futuro del mundo árabe es sombrío. El proceso de paz en Palestina se encuentra en un callejón sin salida. Irak se encuentra al borde de una guerra civil. En El Líbano las perspectivas se difuminan después de la más reciente guerra. Los habitantes de la región temen mayores brechas en la región árabe a la luz del proyecto del Cercano Oriente impulsado por Estados Unidos y presentado por la Secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice durante los enfrentamientos de Israel contra El Líbano. La base de estos temores se encuentra en opinión del periodista libanés Ghassnb Abu Hamad y su colega sirio Atef Afif en que Washington y sus aliados buscan poner en práctica este proyecto con medios militares, lo que generará crisis también en otros países árabes, además de Irak. Esto podría impulsar la división del área árabe en confesiones que se combatirían hasta las últimas consecuencias.

El corresponsal de la cadena de radio Monte Carlo, Ghassnb Abu Hamad, indica que a pesar de “todas las crisis e irritaciones el mundo árabe y el mundo occidental dependen uno del otro y no hay otra alternativa al respeto mutuo y la voluntad de dialogo”.