Afganistán ante desafío de soberanía en 2014
21 de julio de 2010The Guardian de Londres: “La conferencia de Kabul, que fue acompañada por una reunión de los principales ministros de Relaciones Exteriores, dejó en claro la gran preocupación internacional por el futuro de Afganistán. Los participantes acordaron el año 2014 como fecha en la cual los afganos deberán asumir la responsabilidad por su propia seguridad. Pero para que esto sea posible, todavía deben ocurrir muchas cosas. Afganistán es un desastre y todos desean que esto se solucione pronto. El problema radica en cómo hacerlo. (...) Debe cambiar radicalmente el equilibrio entre las medidas militares y políticas. Tras 30 años de conflicto, la mayoría de los afganos no tiene ningún tipo de experiencia con la paz. Si la situación no cambia, Afganistán se convertirá en un Estado fracasado, un pantano de la violencia y una amenaza para la seguridad mundial”.
Símbolos contundentes
Die Presse de Viena: “En la conferencia de Afganistán en Kabul se trató sobre todo de simbolismo, de señalizar que el gobierno de Afganistán se considera capaz de velar por la seguridad del país, a partir del 2014. También los talibanes utilizaron símbolos claros: antes de comenzar la conferencia, estallaron misiles cerca del aeropuerto de Kabul, impidiendo – temporalmente – que aterrizaran los invitados internacionales. El mensaje no podría haber sido más claro. Es dudoso que el liderazgo en Kabul logre controlar este país tan violento dentro de cuatro años. El optimismo de los países de la OTAN al respecto es sobre todo optimismo calculado, ya que quieren de una vez salir de Afganistán. Y una retirada honrosa de las tropas sólo es posible si el ejército de Afganistán logra mantener a raya a los talibanes sin la ayuda de decenas de miles de soldados extranjeros”.
La ayuda fue en vano
Libération de Paris: "Durante los diez años de guerra, los afganos ya vencieron a su manera a los estadounidenses y a la coalición variopinta (...). Una de las primeras decisiones del gobierno de Obama fue la de enviar a miles de hombres adicionales a los valles y desiertos de ese país sin Estado. Washington y occidente vertieron miles de millones para construir una nación. En vano. Los afganos siguen siendo tan pobres como antes, mientras que sus líderes corruptos se quedan con la "ayuda para el desarrollo" (...). Occidente tiene ahora la posibilidad de elegir entre una retirada ordenada y la humillación de una salida obligada”.
Corrupción endémica
Frankfurter Allgemeine Zeitung de Fráncfort: “El gobierno central encabezado por el presidente Karzai no va a ser capaz de controlar Afganistán, ni militarmente, ni administrativamente. La mayor interrogante política es si este país con todas sus tribus, subtribus y clanes se dejará algún día gobernar por un ente central. La corrupción en Afganistán es endémica. Si en el futuro la mitad de las subvenciones es distribuida por el gobierno, prosperarán aún más los negocios turbios".
Autora: VR / dpa
Editor: Pablo Kummetz