Alemania: el carnaval llega a su apogeo
19 de febrero de 2007Colonia, Düsseldorf, Bonn, Aachen y Mainz (Maguncia): las mayores aglomeraciones se registraron, como es usual, en estos bastiones carnavalescos, donde el gran colorido de los carros alegóricos y de la mayor parte de los visitantes, más o menos ingeniosamente ataviados, contrastaron con el cielo gris y el tiempo frío de este Lunes de Rosas (Rosenmontag).
Festejo dulce
Música, alegría y toneladas de dulces marcaron kilómetros y kilómetros de calles por las que recorrieron los corsos de los carros alegóricos.
Colonia, que se disputa históricamente ser el corazón del carnaval con su vecina Düsseldorf, festejó este año, la 106 edición del evento bajo el lema "Todos somos Colonia", lema al que hicieron honor más de millón y medio de participantes que alegres recogieron 140 toneladas de dulces y 700.000 barras de chocolate que desde los carros alegóricos echaron casi 10.000 integrantes de los distintos grupos que desfilaron a lo largo de 7 kilómetros.
Una jornada inolvidable espacialmente para los más pequeños, pero también para turistas y para los amantes que no dejan de festejar ni un solo carnaval. Nada para aquellos que le huyen al baño de masas, a las alegres muchedumbres alcoholizadas o a la combinación de ruido y frío.
Cientos de bandas ambientaron la jornada que, a pesar de las grandes cantidades de alcohol, terminó sin mayores contratiempos.
Desfile con acento político
Uno de los muchos puntos culminantes de estas alegres jornadas es el desfile de los carros alegóricos, muchos con mensaje político a discutirse si de buen o mal gusto o si políticamente correcto.
El contencioso nuclear con Irán que viene preocupando desde hace tanto tiempo a la opinión pública internacional también ocupó a los cerebros del carnaval. En la ciudad de Mainz desfiló un carro alegórico con una figura del presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, que muestra su "axila atómica" al presidente Bush quien la huele con asco.
También corruptelas del ámbito nacional fueron tema, como por ejemplo un coche con la figura de Peter Harz quien recientemente fue condenado al pago de una fuerte multa por haber sobornado con viajes de placer a los representantes sindicales del consorcio automotriz Volkswagen.
Entre las principales carrozas alegóricas destacaron aquellas dedicadas a la figura de la canciller alemana, Angela Merkel, y al vicepresidente del gobierno, Franz Müntefering, aunque en esta ocasión los motivos no fueron tan críticos como se esperaba.
Düsseldorf, la capital de Renania del Norte Westfalia volvió a demostrar como cada año su originalidad y carácter provocador.
Más de 5.000 bufones y bailarinas y casi un millón de aficionados disfrazados desfilaron junto a un conjunto de carrozas en las que la más provocativa fue una a bordo de la cual se encontraban mulláhs armados hasta los dientes.
Frente al debate internacional que surgió hace meses a raíz de la publicación de las caricaturas de Mahoma, el secretario general del Consejo Central Musulmán en Alemania, Aiman A. Mazyek, criticó que esa representación no tenía nada que ver con el humor.
En la cabalgata de Düsseldorf destacó también una figura de Hitler que con los pantalones bajados excreta al partido neonazi alemán (NPD).