Alemania: lecciones de la debacle electoral
5 de septiembre de 2016Este domingo (4.9.2016) en el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania, un quinto de la población votó por la Alternativa para Alemania (AfD). Y si contamos el apoyo recibido por el Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD), cabe decir que casi un 25 por ciento votó por un partido de derecha o ultraderecha. En una entrevista para la televisora pública ZDF, el politólogo Karl-Rudolf Korte sostuvo que “la protesta por la apertura de las fronteras nacionales se ha mantenido, independientemente de que muchos o pocos refugiados entren al país”.
No la causa, sí el catalizador
El politólogo Werner Patzelt disiente. La política de asilo de la coalición de Gobierno –integrada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU)– no es la causa, sino “el catalizador del auge del populismo de derecha en el país”, alega Patzelt al ser consultado por DW. A sus ojos, el fenómeno es más amplio de lo que parece. La AfD se ha convertido en un partido-esponja que absorbe a todos los que se sienten excluidos y olvidados por la élite política regente.
Esa cúpula incluye a Los Verdes, que ha terminado por convertirse en una formación influyente. El hecho de que el SPD haya recibido la mayor cantidad de votos en los comicios de Mecklemburgo-Antepomerania es atribuido al magnetismo de su candidato a la jefatura del Gobierno regional, Werner Sellering. Algunos creen que él ganó a pesar de su partido porque se opuso a la política de refugiados del Ejecutivo liderado por Angela Merkel. Pero, ¿qué deben aprender los partidos tradicionales alemanes de las elecciones del 4 de septiembre?
Tarde para corregir el curso
Este lunes (5.9.2016), el diario Saarbrücker Zeitung le recomendó al Gobierno no dejarse confundir: “Uno no tiene por qué entender los resultados de unas elecciones como las de Mecklemburgo-Antepomerania. Uno tiene que contradecir a los electores de la derecha y comunicarles más claramente que no hay razón para emitir un voto de protesta tan bochornoso”. Por su parte, el periódico Nordwest-Zeitung, de Oldenburgo, argumenta que “la AfD seguirá fortaleciéndose hasta que la CDU corrija su curso”.
Esa opinión es compartida por quienes lamentan el “golpe de timón hacia la izquierda” de Merkel. Otros sospechan que es muy tarde para que la CDU recoja el agua derramada: “El partido y la canciller cayeron en una trampa”, dice Patzelt, agregando que el partido de Gobierno no consiguió nada al distanciarse discretamente de la llamada “cultura de la bienvenida”. El SPD y Los Verdes tienen problemas similares porque a ellos se les identifica aún más con las políticas de puertas abiertas en materia de refugiados.
La próxima prueba de fuego son las elecciones locales en Berlín. Éstas tienen lugar en dos semanas. Las encuestas apuntan a que la CDU sufrirá otra humillación a manos de la AfD.