Angela Merkel: “la OTAN es parte del sistema de seguridad”
26 de marzo de 2009“El éxito de la OTAN no dejará nunca de depender de su habilidad para entrelazar los instrumentos militares de los que dispone con una multiplicidad de socios, entre los que también se encuentran las restantes organizaciones implicadas en la búsqueda de soluciones políticas a los conflictos”, aseguró la canciller alemana, Angela Merkel, ante sus colegas parlamentarios.
“La OTAN tiene que definir esas relaciones”, continuó, “porque no está por encima de los otros organismos: ni de la Unión Africana, ni de las Naciones Unidas, ni de la OCDE, ni de la Unión Europea, ni tampoco de fuerzas civiles como las organizaciones de ayuda al desarrollo o las ONG. [La OTAN] es una parte del sistema de seguridad.”
Hoy era el día en el que el Bundestag, y por ende todos los alemanes, tenían la oportunidad de escuchar a Merkel resumir la posición oficial de su Gobierno con respecto a la Alianza atlántica. Alemania ingresó en la OTAN en 1955. Por aquel entonces habían transcurrido seis años desde su fundación: la unión militar nació el 17 de septiembre de 1949 y los preparativos para la celebración del 60 aniversario entran ya en la recta final.
Afganistán, Rusia y los nuevos miembros
Los festejos de las seis décadas de vida de la OTAN van a estar cargados de palabras: grandes discursos, felicitaciones, odas a la Alianza y críticas de sus adversarios, así como declaraciones al estilo de la que Merkel pronunció en Berlín. Pero no todo va a ser dialéctica vacía. Los socios de la Alianza están convencidos de que, 60 años después, su labor sigue siendo necesaria, y la canciller aprovechó la ocasión para volver a incidir en los tres grandes desafíos en el horizonte del organismo: Afganistán, Rusia y los nuevos miembros.
“Afganistán nos demuestra que el éxito sólo es posible si la OTAN pone todos sus medios militares al servicio de una estrategia amplia y coherente que sirva para estabilizar el país”, declaró Merkel, haciendo referencia a una estrategia que, precisamente por poner demasiada atención en lo militar, ha sido muy criticada en Alemania. “No considero la posibilidad de una OTAN global. La Alianza está y seguirá estando concentrada principalmente en la seguridad de los socios norte atlánticos”, puntualizó con respecto a posibles planes de ampliación más allá del citado ámbito geográfico.
Pero sobre todo a Rusia hizo mención la canciller. “El fundamento de toda política de seguridad sigue siendo la confianza. Y tenemos que asentar esa confianza, especialmente en el caso de Rusia. Hace 20 años que ya no somos enemigos. Los tiempos de la Guerra Fría ya pasaron”, aseguró Merkel.
¿Y el mañana de la Alianza?
“Alemania tiene muchas cosas que agradecerle a la OTAN y a la solidaridad de sus aliados”, recordó Merkel. Pero esa no es la cuestión, le replicó la oposición. La vista tiene que estar ahora puesta en el mañana de la Alianza. “Con la llegada al poder del nuevo presidente estadounidense se nos presenta la oportunidad de redefinir las relaciones trasatlánticas. Ahora es el momento empezar a mover los hilos entre Washington y Berlín. Ahora es el momento de hacerle llegar al Gobierno de Estados Unidos, en plena revisión de su política exterior, algunas ideas y propuestas”, instó Guido Westerwelle, el líder de los liberales germanos.
“Si yo fuera ahora la OTAN (un señor de 60 años, camino hacia la jubilación, que necesita una nueva tarea con la que ocupar el tiempo), no hubiera extraído de sus palabras la más mínima descripción de mis futuras labores. Para ello, tendría usted que haber hablado de los problemas”, criticó Jürgen Trittin, experto en política internacional del Partido Verde, el discurso de Merkel.
Y, por supuesto, la Izquierda no dejó pasar esta incomparable oportunidad para atacar no tanto a la canciller, sino más a la Alianza. “La estructura de la OTAN ha cambiado considerablemente desde la caída del Muro”, declaró Oskar Lafontaine, jefe del grupo parlamentario izquierdista, “ya no es una unión encargada de las labores de defensa, sino una unión orientada al intervencionismo que participa en guerras que violan el derecho internacional y están motivadas por las reservas de gas y petróleo de Oriente. Un debate veraz implica que también tratemos estos temas”.
No un plan para la jubilación, sino el entierro de la Alianza se pedía desde los asientos de la Izquierda. Pero Merkel permanece firme: la OTAN, a sus 60 años, sigue viva.
Autor: Bettina Marx/ Hans Pfeifer/ Luna Bolívar/ AP
Editor: Claudia Herrera Pahl