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La mancha de BP

27 de mayo de 2010

El coordinador de las operaciones en el Golfo de México anunció que la estrategia de BP, iniciada apenas el 26 de mayo, logró frenar el escape de crudo en las aguas cercanas a la costa estadounidense.

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Un directivo de BP dijo que era demasiado temprano para cantar victoria.Imagen: AP

Aunque de momento no hay otra fuente que lo confirme, el almirante Thad Allen, nombrado por el gobierno estadounidense como coordinador en jefe de las operaciones para detener el escape de petróleo en el Golfo de México, anunció que la operación “Top Kill" de la empresa energética British Petroleum (BP) ha logrado frenar el vertido de crudo en las aguas cercanas a las costas del estado de Luisiana. Pero, aún si se constata la información publicada por el diario de la costa oeste norteamericana Los Angeles Times, la compañía británica está lejos de poder suspirar aliviada.

En respuesta a las declaraciones del almirante Allen, Robert Dudley, miembro de la directiva de BP, dijo que la operación "Top Kill" proseguía, pero que era demasiado temprano para considerarla exitosa. La actual estrategia de BP, iniciada el 26 de mayo, consiste en inyectar miles de litros de barro pesado por minuto en el conducto de ventilación de seguridad ubicado sobre el pozo que ha lanzado inmensas cantidades de petróleo al mar, para luego sellar la fuente del derrame.

La industria bajo presión

Kampf gegen Ölpest BP versucht Öl Leck zu schließen
La estrategia de BP consiste en sellar la fuente del derrame con barro pesado.Imagen: AP

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció que decretaría medidas más estrictas para las perforaciones petroleras este jueves (27.5.2010) con miras a evitar que lo sucedido se repita en el futuro. Además, el periódico capitalino Washington Post informa que la moratoria impuesta a las nuevas perforaciones en aguas costeras profundas se prolongará por unos seis meses y los planes para realizar perforaciones de prueba en Alaska han sido suspendidos.

La marea negra ya ha contaminado 160 kilómetros de la costa estadounidense, de ahí que se estén estudiando las respuestas ofrecidas a catástrofes similares ocurridas en el pasado para anticipar las secuelas más probables del actual derrame petrolero en el Golfo de México. Investigadores centroamericanos señalan que ciertos estudios sobre la contaminación marina en Panamá pueden ayudar a los científicos a comprender los efectos de la extensa marea negra que tocó las costas de Luisiana.

Aprender de la experiencia

El biólogo marino panameño Héctor Guzmán señaló que los análisis desarrollados durante años en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) pueden ser muy útiles para entender los daños ambientales causados por el escape de crudo. Guzmán recuerda que el 27 de abril de 1986, un gran derrame de petróleo originado en una refinería de Bahía Las Minas contaminó los ambientes costeros del Caribe en Panamá, entre ellos el área del Laboratorio Marino de STRI en Galeta, en la entrada norte del Canal de Panamá, donde hay una gran diversidad biológica.

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Algunos investigadores señalan que estudios sobre la contaminación marina en Panamá pueden ayudar a anticipar los efectos de la catástrofe del Golfo de México.Imagen: AP

En Bahía Las Minas se derramaron 38,3 millones de litros de crudo de mediano peso cuando se rompió un tanque de almacenamiento de combustible. De hecho, el volumen del derrame superó a cualquier otro registrado hasta entonces cerca de arrecifes de coral y manglares en la América tropical. Los científicos de Galeta recopilaron datos biológicos y ambientales durante casi 16 años; el contraste entre la información recogida antes de la catástrofe y aquella recogida después sirvió para entender lo que ocurre cuando el medio marino es agredido súbitamente por la fuga masiva de hidrocarburos.

“No hay cura”

El investigador David Biello, de la publicación Scientific American, manifestó que casi 25 años después de que el tanque de almacenamiento derramara petróleo cerca de los manglares y arrecifes coralinos en Bahía Las Minas aún se pueden encontrar restos de petróleo en el agua. Con los resultados del estudio efectuado en el Caribe panameño en mente, Guzmán sostuvo que “no hay una cura" para desastres como el del Golfo de México, que hoy preocupa a los ambientalistas y angustia a las personas que dependen económicamente de la pesca y el turismo en las zonas afectadas.

Guzmán apuntó que sólo se puede extraer el petróleo del agua de manera mecánica y que esto tiende a destruir aún más el hábitat. “La prioridad es establecer barreras y parar el derrame", dijo el científico panameño, advirtiendo, no sin cierta desesperanza, que cuando el crudo llega a los humedales costeros, éste queda atrapado en los sedimentos por largo tiempo.

Autor: Evan Romero-Castillo / dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima