Antorcha y bandera: portadores de símbolos en Pekín

Cuatro manifestantes estadounidenses y británicos habían desplegado, cerca del Estadio Nacional, unas pancartas en cuyas leyendas podían leerse frases a favor de la libertad en el Tíbet. Horas después, la antorcha olímpica comenzaba la última etapa de su recorrido: la entrada en el Palacio Imperial, situado en el centro de Pekín. Una multitud, previamente seleccionada y fuertemente acordonada, abarrotaba la Plaza de Tiananmen.

Tras 130 días de viaje, la llama de estos controvertidos Juegos se acerca a su destino. Las Olimpiadas están listas para empezar. Las medidas de seguridad ampliamente desplegadas. El debate sobre la libertad de prensa por el momento apaciguado. La ceremonia de inauguración lista, y Alemania ya conoce el nombre del alto hombre que portará su bandera.

“Se lo contaré a mis alumnos”

El presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos (BOCOG), Liu Qi, entregó la antorcha al astronauta chino Yang Liwei en la Puerta del Mediodía de la Ciudad Prohibida, el complejo palaciego desde donde los emperadores chinos gobernaban el país: un acto del todo simbólico con el que China podría brillar en este evento deportivo, sino fuera porque se habla más de los controles que del hecho en sí.

En la Plaza Tiananmen, sólo una estrecha fila de jubilosos espectadores pudo saludar a la llama: no a cualquier chino se le dio la oportunidad de acercarse al fuego olímpico. "Nuestro jefe se ha encargado de que podamos estar aquí ", dijo una maestra, acompañada por otros 20 docentes de su escuela primaria. "¡Es tan emocionante!", comentó al tiempo que la antorcha pasaba a pocos metros de ella: "¡Mañana se lo contaré a mis alumnos!".

No todos tuvieron la misma suerte: los controles de seguridad no podían ser franqueados sin la correspondiente autorización oficial. "No he visto el fuego ni siquiera de lejos", se quejaba Lin Yuling, una mujer de la limpieza en pie desde las tres de la mañana con la esperanzada de lograr admirar la antorcha. Originaria de la provincia de Anhui, recibió de sus empleadores el día libre, pero entre ella y la llama se interpuso el control de seguridad: "No puedo pasar", se lamentaba.

Nowitzki llevará la bandera alemana

Durante tres días, la antorcha olímpica recorre en la capital china 16,4 kilómetros hasta llegar al Templo del Cielo. El fuego pasará por 433 manos, y se espera que éste sea uno de los circuitos más difíciles de un recorrido lleno de dificultades. Quien no tendrá problemas en su tarea acarreadora será la estrella alemana del baloncesto Dirk Nowitzki: él entrará, bandera germana en mano, en el Estadio Nacional de Pekín por la puerta grande.

"Para mí se cumple un sueño, es un enorme honor", dijo Nowitzki, jugador del equipo de la NBA Dallas Mavericks, "me queda claro que en realidad son los atletas olímpicos experimentados quienes llevan la bandera. Éste es un pequeño corte con esa tradición y espero que nadie se sienta ofendido", añadió Nowitzki, que se ha afeitado la cabeza con la forma de los anillos olímpicos.

"Nos decidimos por él porque representa como ningún otro la idea olímpica", afirmó Michael Vesper, jefe de la misión del equipo alemán. “La decisión no se tomó contra ningún atleta", subrayó, sino porque “una estrella mundial que confiesa que practicar el deporte junto a atletas de todo el mundo y de otras disciplinas es un hito en su carrera supone ejemplo maravilloso para los deportistas jóvenes", declaró Vesper.

Nowitzki es uno de los mejores jugadores de la liga norteamericana de baloncesto. A sus 30 años, ha sido el primer europeo en recibir el título de mejor jugador de una temporada regular en la NBA. Con la selección alemana Nowitzki ganó en 2002 la medalla de bronce en el Mundial de Baloncesto y tres años después la plata en el Europeo.