Assad y Erdogan echan más leña a la hoguera siria
20 de febrero de 2018Por un momento, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, se mostró generoso con el régimen sirio: si Assad envía fuerzas armadas a Afrín para expulsar al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) o las Unidades de Protección Popular (YPG) no sería ningún problema. "Pero si el ejercito viene a proteger al YPG, entonces nadie podrá detenernos, ni a nosotros ni a los soldados turcos", advirtió Cavusoglu al instante. Desde el punto de vista turco, el régimen de Assad ha perdido su autonomía política. Solo tiene la opción de enfrentarse al ejército turco o no.
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Turquía-Siria: una agresión intolerable
Con su advertencia, Cavusoglu respondió a la movilización inmediata "contra la agresión turca" anunciada por el gobierno sirio el lunes por la mañana a través de la agencia estatal de noticias SANA: "Las fuerzas del pueblo llegarán a Afrín en cuestión de horas para apoyar la resistencia del pueblo contra el ataque del régimen turco", dijo SANA. El objetivo es "defender la unidad territorial y la soberanía de Siria".
Kurdos contra kurdos
La complejidad de la situación se refleja en el hecho de que también en el lado turco hay combatientes kurdos. Son opositores políticos del YPG. Su objetivo es romper el poder el Partido de la Unión Democrática (PYD), el brazo político del YPG. La ofensiva turca no tiene motivos étnicos, dijo uno de los comandantes kurdos que lucha en el bando turco en la página web Al-Monitor. Según él, se trata de ayudar a la gente en Afrín: "Nosotros también somos ciudadanos de Afrín. Participamos en la "Operación Rama de Olivo" porque queremos ahorrarles a nuestros compatriotas en Afrín mas injusticias. La operación está dedicada a aquellos que huyeron de la tiranía del PYD a Europa".
Durante años, los kurdos han mantenido una relación altamente ambivalente con el Gobierno sirio. Damasco oprimió a los kurdos, pero también mantuvo en secreto relaciones con ellos, incluido el PYD. El hecho que el PYD entre en una alianza abierta con el régimen Assad muestra cuán difícil es su situación.
La difícil situación de los kurdos.
Los kurdos ya no pueden confiar en su principal socio internacional, Estados Unidos. La situación en Siria es muy difícil para los estadounidenses: su relación con Turquía es tensa. La relación con Rusia se caracteriza por rivalidades políticas y estratégicas no solo en Siria, sino en toda la región. La relación con Irán se ha deteriorado enormemente bajo la presidencia de Trump. Y del gobierno sirio de Assad, Washington ya se distanció hace años. En resumen, Estados Unidos tiene pocas opciones en Siria. Eso lo notan ahora también los kurdos, que en el pasado habían esperado mucho más apoyo de Washington.
La extensión de la guerra subsidiaria
El conflicto en Siria se está convirtiendo en una guerra subsidiaria para más y más grupos. Partes del anteriormente secular Ejército Libre de Siria se componen hoy de islamistas radicales que luchan junto con Turquía contra el régimen de Assad, no para lograr un estado democrático, sino para establecer un orden religioso.
Al mismo tiempo, los kurdos aprovechan la ofensiva turca para resolver conflictos internos. Año tras año, el conflicto se vuelve más complejo, dice Bente Scheller, directora de la oficina de la Fundación Böll en Beirut a DW. Por otro lado, Israel ha demostrado por sus acciones militares en la última semana que está dispuesto a defender sus intereses de manera consistente. "Por ello existe una gran probabilidad que la situación aún empeore", dice Scheller. "La situación es dramática en toda Siria. El fin de la guerra esta muy lejos".
Autor: Kersten Knipp (GG)