Barril de pólvora

El Tages-Anzeiger, de Zúrich, dice al respecto: "Dos atentados en Argel, el centro económico y político de Argelia, conmueven por entero a la región del Magreb; o sea, a la orilla sur del Mediterráneo, y al punto donde se cruzan el norte y el sur, Oriente y Occidente. Hasta ayer, la pregunta en la capital argelina era si los cientos de extremistas islámicos que quedan en el país serían capaces de llevar el terror hasta el centro mismo. O si estos 300 o 400 milicianos que han entrado en contacto con Osama Bin Laden y se denominan Al Qaeda del Magreb podrían demostrar su fuerza. Pues bien, ahora se sabe que han logrado ambas cosas."

Enorme retroceso

Desde Londres, el Times aborda el tema desde la siguiente perspectiva: "Tan sólo tres o cuatro años ha durado la sensación de que Argelia se recuperaba de la ola de violencia, y de que el país volvía a ser uno de los más industrializados y desarrollados de África. Las bombas que mataron a 30 personas en la capital han despertado de inmediato nuevos temores en la región en cuanto a que los terroristas, que admiten abiertamente sus ligas con Al Qaeda, preparan una serie de atentados en África del Norte. El virus del extremismo islámico está lejos de ser erradicado."

Sabotaje a la democracia

En Roma, La Repubblica señala: "Ahora, Argelia tiene un miedo real. En cosa de un mes, el 17 de mayo, se llevarán a cabo elecciones. Y los 36 días que faltan para que se abran las urnas es tiempo suficiente para que el país se suma de nuevo en una espiral violenta como la de los años noventa, en la cual murieron 200.000 personas. El riesgo es muy grande. Y Al Qaeda hará todo cuanto esté en sus manos por echar a perder la fiesta."

Barril de pólvora

En Austria, el Salzburger Nachrichten, de Salzburgo, hace la siguiente analogía: "El Magreb es hoy por hoy un barril de pólvora. Europa debe preguntarse a sí misma qué puede hacer para neutralizar la crisis en la costa sur del Mediterráneo. No bastará con aislarse de la ola de migrantes norafricanos que huyen de las miserias de sus países. La relación con los vecinos de esa región se asemeja a una diplomacia llena de hortigas, bajo el principio: más vale un vecino autoritario, que un estado religioso y antioccidental a las puertas mismas de Europa."

Riesgo real

En Alemania, el Neue Osnabrücker Zeitung se suma a los llamados de alerta: "El riesgo de que el terror se derrame más allá del Mediterráneo es mucho más real de lo que hasta ahora se había supuesto. La mayoría de los terroristas activos en Europa no proviene de Oriente Próximo sino de África del Norte. De lo que son capaces, queda como muestra las devastadas vías férreas de Madrid. Ante tal violencia, cabe tener la máxima precaución. Y además, neutralizar el cando de cultivo de la pobreza y la falta de perspectivas sociales."