Beber hasta la muerte
4 de julio de 2009Conmoción causó en Alemania el caso de Lukas W., un joven que murió por exceso de alcohol después de participar en una apuesta contra Aytac G., dueño de la taberna „Eye.T“ en Berlín Charlottenburg, la noche del 27 de febrero de 2007. Fueron 45 tequilas los que causaron su muerte.
Ahora, la Audiencia Provincial de Berlín ha dictado sentencia: 3 años y cinco meses de prisión para el tabernero. Durante el proceso, éste admitió su responsabilidad moral sobre lo sucedido y expresó sus condolencias a la madre del joven fallecido.
Fatídica apuesta
El juicio ha despertado el interés de toda la opinión pública en Alemania y ha causado alarma sobre el consumo de alcohol entre los jóvenes. La noche del suceso, el fallecido y el acusado hicieron una apuesta que se convirtió en toda una prueba de fuerza: “Beber todo lo que puedas beber”, era el lema. Lo que Lukas no podía esperar era que el tabernero le mintiera, pues bebió durante todo el reto agua en vez de tequila.
La noche, como cabía esperar, terminó en tragedia. En cuanto Lukas dijo que no podía más, el tabernero abandonó su local y dejó a los jóvenes seguir con la celebración. Uno de ellos incluso escribió de broma sobre el cuerpo de Lukas: “perdiste”. Poco después, los compañeros empezaron a notar que algo no iba bien y llamaron a un médico de urgencia. Ninguno de sus amigos llegó a pensar que podía morir. Ingresó en el hospital con 4,4 miligramos de alcohol por litro de sangre. Murió sin salir del coma.
"Coma etílico"
Lamentablemente, éste no es un caso aislado, ya que en muchas ciudades de Alemania se están extendiendo entre los jóvenes las llamadas “fiestas de tarifa plana”, en las que por un módico precio se puede consumir una cantidad ilimitada de alcohol. Ésta es una práctica convertida casi en deporte, para la que han creado incluso la expresión Kommasaufen (beber hasta el coma). La pregunta ya no es “vino o cerveza”, sino “vodka-lemon o Jägermeister-Energy”.
Los periódicos alemanes llevan tiempo informando sobre casos como el de Lukas. Las estadísticas revelan un descenso en el consumo general de alcohol, tabaco y hachís entre los jóvenes, sin embargo, al mismo tiempo se ha incrementado el número de casos de comas etílicos. La situación se está volviendo grave y es el momento de que las autoridades consideren qué política es la más adecuada para intentar solucionar esta situación.
Pero en este aspecto hay disparidad de opiniones. Algunos consideran que los padres deberían advertir a sus hijos sobre los peligros y las consecuencias del alcohol, ya que la educación empieza en el núcleo familiar. Otros proponen también que se controle más severamente el acceso de los jóvenes al alcohol y otros se inclinan por fomentar desde las escuelas y asociaciones juveniles nuevos modelos de educación para concienciar al alumno sobre los peligros del alcoholismo.
Situación legal
La legislación en Alemania prohíbe el consumo de cerveza a menores de 16 años y el consumo de bebidas de elevada graduación a menores de 18. Los taberneros aseguran que se atienen a la ley y no permiten el acceso de menores al local ni su consiguiente consumo de alcohol. Pero la realidad es otra. Y es que el problema ha roto barreras y se ha convertido en un tema de responsabilidad social.
A nivel europeo se han llevado a cabo diversas medidas para frenar esta situación. En Francia, por ejemplo, el 9 de marzo de este año, el Parlamento aprobó una ley que prohíbe el consumo de alcohol a menores de 18 años. En Alemania, sin embargo, se piensa que mediante la represión no se pueden conseguir resultados efectivos. El problema radica en una aceptación social del consumo de alcohol que dificulta la toma de medidas preventivas. La encargada federal para las drogas y el alcohol, Sabine Baetzing (SPD) ha exigido poner mejor en práctica las Leyes de Protección de Menores, aunque justifica el consumo de cerveza, vino y cava a partir de 16 años, declaró Bätzing en la Radiodifusión Bávara.
Lara Ortiz de Landazuri
Editora: Emilia Rojas