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Bebé a pedido

20 de junio de 2003

El nacimiento de un bebé británico "genéticamente seleccionado" para salvar a su hermano de 4 años, que padece un inusual tipo de anemia, ha vuelto a impulsar la controversia sobre el diagnóstico pre-implantación.

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Sigue la controversia en torno al diagnóstico pre-implantación.Imagen: Illuscope

La idea de un bebé "diseñado" al gusto de los padres, provoca escalofríos en la mayoría de la gente. Aterradora resulta la visión de una humanidad en integrada por un ejército de Claudias Schiffer o Brad Pitts, fruto de padres que escogerían las características físicas de sus hijos según los modelos de belleza imperantes en cada época. Peor aún: ¿qué ocurriría si se "criaran" niños con determinadas aptitudes, por ejemplo para ser soldados o atletas, trabajadores o intelectuales? Semejantes perspectivas ponen en guardia a los legisladores. Porque lo que parece cosa de ciencia ficción, va perdiendo poco a poco su carácter de utopía o delirio.

Nacido para salvar

Lo ocurrido en Gran Bretaña con el nacimiento de Jamie Whitaker poco tiene que ver con esos escenarios espeluznantes. El bebé, concebido in vitro, no es fruto de una manipulación genética. Pero sí de una selección de embriones, de acuerdo con las características de sus células. Los padres recurrieron a este procedimiento con la esperanza de que el niño pueda salvar la vida de su hermano mayor, Charlie, de 4 años, afectado por el Síndrome de Diamond-Blackfan. Se trata de un tipo muy poco corriente de anemia, que lo obliga a someterse a continuas transfusiones de sangre. Su única esperanza de curación: un transplante de médula.

Los médicos esperan poder obtener de la sangre del cordón umbilical del recién nacido Jamie las células embrionarias que puedan salvar a su hermano. El padre, Jayson Whitaker, justifica la decisión adoptada por su familia, subrayando que lo único que hicieron fue mejorar, de un 25% al 98%, las posibilidades de que el nuevo hijo sea apto como donante de células. "No se trataba de determinar un cierto color de ojos o de cabello, o el sexo del bebé", asegura.

Frenos legales

La motivación del matrimonio Whitaker probablemente sea fácil de comprender para cualquier persona que tenga un hijo enfermo y busque una alternativa para salvarlo. Pero la legislación británica prohibe la selección genética de embriones, de manera que la fertilización artificial tuvo que llevarse a cabo en Estados Unidos. En Gran Bretaña se permite únicamente el diagnóstico pre-implantación para detectar si los embriones producidos mediante una fertilización in vitro sufren de algún defecto genético. En Alemania ni siquiera eso está permitido.

Desde el punto de vista médico, la investigación genética abre un mundo de posibilidades. Los problemas se plantean en el terreno ético. Por una parte, la posibilidad de salvar vidas y curar enfermedades no se puede desdeñar; por otra, resulta imperativo resguardar la dignidad humana y prevenir excesos que atenten contra ella.