Estalla bomba en Oslo
22 de julio de 2011Publicidad
Este viernes (22.7.2011), a las 3:20 de la tarde, la detonación de un artefacto explosivo sacudió la zona de Oslo en donde se concentran los edificios gubernamentales, dañando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, hiriendo a casi veinte personas y matando a otras dos. Stoltenberg, quien no se encontraba en su despacho en el momento del estallido, se reunió con sus ministros de Defensa y Exteriores para discutir lo ocurrido. Varios indicios sugieren que puede tratarse de un atentado con motivos políticos, pero las circunstancias que lo rodean siguen siendo muy opacas.
Circunstancias opacas
Por un lado está el hallazgo de los restos de un automóvil que había sido estacionado en un área prohibida para ello, frente a uno de los edificios del Gobierno; eso y las características de los daños causados por la explosión atiza la sospecha de que se trataba de un coche bomba. Por otra parte, un segundo ataque incrementó la tensión: un hombre portando un uniforme de policía abrió fuego e hirió a varias personas en un campamento juvenil del partido socialdemócrata noruego.
A la hora de publicar esta nota, nadie había asumido responsabilidad por la detonación de la bomba y el Gobierno noruego se había abstenido de describir lo sucedido como un atentado. Pero, según varios expertos en seguridad, si se comprueba que fue un acto de terrorismo, Al Qaeda o islamistas radicales inspirados por esa red terrorista serían los primeros sospechosos. Y si Al Qaeda está detrás de la bomba, este atentado sería el primero desde la muerte de Osama Bin Laden y el primero en Europa desde el ataque al metro de Londres en 2005.
¿Terrorismo indiscriminado?
En la prensa alemana, varios especialistas coinciden en ver el suceso de Oslo como un acto de venganza de los extremistas y apuntan a que Noruega, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, ya había sido amenazada por supuestos voceros de Al Qaeda por su participación en las misiones militares de Afganistán y Libia. De hecho, el semanario alemán Der Spiegel comenta que los responsables de la seguridad nacional noruega sabían desde hace años y advirtieron hace pocas semanas que un atentado en el país era posible.
No sólo por la presencia de soldados noruegos en el Medio Oriente y el Magreb o porque el Gobierno de Oslo esté entre los principales financiadores de las misiones militares de la OTAN en esas regiones, sino porque en la propaganda de Al Qaeda contra Dinamarca –por la publicación repetida de una caricatura del profeta Mahoma en diarios daneses– no se hace distinción alguna entre una nación escandinava y otra. ¿Exagera Der Spiegel?
Las especulaciones abundan
La revista germana fundamenta su argumento haciendo alusión al atentado suicida que tuvo lugar en la capital sueca en diciembre de 2010 –cuando un hombre voló por los aires sin conseguir herir a nadie más que a sí mismo–, a los intentos de asesinato de los que ha sido objeto el autor de la caricatura mencionada y a la masacre que Ilyas Kashmiri, un pakistaní que cooperaba con Al Qaeda, planeaba consumar en Copenhague en 2009.
Las especulaciones abundan, mientras en Noruega se impone el duelo y el descocierto. En la edición online del diario alemán Süddeutsche Zeitung se dice que lo más cercano que la ciudadanía noruega ha estado de la red terrorista en cuestión fue en 2010, cuando la policía local capturó a tres presuntos miembros de Al Qaeda en su territorio. Los tres arrestos –uno de los cuales fue posible gracias al apoyo de las autoridades alemanas– acapararon titulares en aquella ocasión cuando a los sospechosos se les acusó de planear atentados en Nueva York y Manchester desde Noruega.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse
Publicidad