Corte Internacional: Srebrenica fue acto genocida
26 de febrero de 2007Es la primera vez que una nación entera, o mejor dicho, un gobierno nacional, era puesta en el banquillo de los acusados ante el tribunal internacional. Ningún Estado había comparecido en tal calidad desde la fundación de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en 1948.
La acusación
Serbia se enfrentaba a la imputación de haber cometido genocidio contra la población bosnio-musulmana durante la guerra desatada en la región de los Balcanes, de 1992 a 1995.
El caso había presentado numerosas complicaciones desde el punto de vista del derecho internacional. Las autoridades serbias alegaron que su país no era miembro de la Organización de las Naciones Unidas en esa época.
Según el alegato jurídico, no estaba obligada a cumplir los términos de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, de la misma ONU.
Laberinto jurídico
La misma Corte Internacional denegó en 1999 una petición para condenar los ataques aéreos de la OTAN en Serbia, dado que ésta había suspendido su membresía en las Naciones Unidas.
Esto fue utilizado por la defensa serbia como batería para justificar su inocencia. Además, el Gobierno de Belgrado esgrimió el punto que hace fracasar a prácticamente toda acusación por el delito de genocidio.
De acuerdo con esta línea de defensa jurídica, no existió una clara intención de eliminar específicamente a todo un pueblo o grupo étnico, y tampoco podía ser comprobada ninguna responsabilidad en este sentido.
Ambos elementos son indispensables para configurar una acusación que cumpla con las formalidades de la tipificación que la ONU da al delito de genocidio: debe comprobarse que dichos actos fueron "perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso".
La Corte Internacional de Justicia tampoco pudo contra este vicio de origen en la concepción jurídica de la propia ONU, y no tuvo más remedio que declarar inocente a Serbia. No obstante, el tribunal hizo oficial en su fallo que la matanza masiva ocurrida en Srebrenica en 1995 fue un acto genocida de acuerdo con el criterio de las Naciones Unidas.
Compensación millonaria
Más allá de sus complejidades, el fallo de este lunes tenía repercusiones objetivas. Una sentencia favorable al actual Estado de Bosnia-Herzegovina hubiera otorgado a éste la posibilidad, sustentada con el dictado de la Corte Internacional, de exigir indemnizaciones por los daños materiales y humanos durante la Guerra de los Balcanes.
Esto, a todas luces, no sucederá.
Antes del fallo de hoy, la Corte Internacional de Justicia de La Haya solamente había procedido contra individuos acusados de crímenes durante el conflicto bélico, como el ex presidente serbio Slobodan Milosevic. El caso contra el Estado serbio fue llevado por el tribunal internacional hace un año.