XXIII Cumbre Alemania-España
2 de febrero de 2011La canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se reúnen en Madrid el 3 de febrero para la XXIII Cumbre Alemania-España. Ésta, un encuentro regular entre mandatarios europeos, se efectúa bajo el duro sol de la crisis de la estabilidad del euro y horas antes de una cumbre europea centrada en la energía y la economía.
Mucho se especula en torno a la agenda que seguirán las delegaciones: seis ministros germanos y representantes de la industria alemana se reúnen con sus homólogos españoles y con líderes sindicales. Las dos principales vertientes de las elucubraciones son, por un lado, si la canciller alemana va a “revisar” que el atribulado mandatario español haya hecho las tareas de saneamiento de su economía con miras a la estabilización de la zona euro. Por otro lado se habla de acuerdos para facilitar la entrada de profesionales de España -con una tasa de desempleo en 2011 del 20,33 por ciento- con el fin de satisfacer las necesidades del mercado laboral alemán. El sistema suena conocido y recuerda las olas de trabajadores inmigrantes en la década de los 60 del siglo anterior.
No se trata ni de desempleados ni de examen
Fuentes oficiales, sin embargo, desmienten ambas cosas. Sí, es verdad que Alemania requiere de personal capacitado, pero no es una asunto bilateral sino a nivel europeo y no se trata en cumbres hispano-germanas, sino a través de Eures, el servicio europeo de empleo y movilidad profesional. Y con respecto a que la canciller llega a tomar examen a la Moncloa y a ver si España ha hecho sus tareas, el propio Zapatero –en entrevista concedida a diarios alemanes- desmiente el rumor, calificándolo de superficial.
“Siempre mantuve informada a la canciller de lo que hacíamos, para que pudiese tener confianza en nosotros. Lo mismo vale para los señores Sarkozy, Van Rompuy y Trichet”, afirmó el jefe de Gobierno español. No obstante, es una cumbre importante, “probablemente la Cumbre Alemania-España más importante de los últimos años”, recalcó. Se trata de la armonización de la política económica europea. Efectivamente, según portavoces de la cancillería alemana, la situación de la eurozona será uno de los temas centrales, aparte de preparar la cumbre europea del 4 de febrero en cuanto a energía e innovación. La presencia en la cumbre de representantes de Telekom, Siemens RWE y de la Asociación Alemana de Cajas de Ahorra (DSGV) rubrica lo último.
El precio de la crisis
Como fuere, el encuentro tiene lugar pocas horas después de que Rodríguez Zapatero pactara un acuerdo social y económico para enfrentar la crisis que afecta al país ibérico; en este contexto, a los recortes salariales han seguido el aumento de la edad de jubilación de 65 a 67 años. Cabe resaltar que estas impopulares medidas con el fin de rebajar el déficit público le han costado muchos puntos en el índice de aceptación.
Por otro lado, el gobierno ha iniciado una reforma del sistema financiero: se trata endurecer los requisitos de solvencia de bancos y cajas de ahorro, con el objetivo de tranquilizar a los mercados financieros que tienen en la mira a España después de las debacles griega e irlandesa.
El apoyo alemán
Así las cosas, del apoyo de Alemania a las reformas emprendidas por España pocas dudas caben: ya en la cumbre europea de mediados de diciembre de 2010, la canciller germana alabó los esfuerzos españoles; Madrid ya había anunciado la reforma del sistema de jubilación, a la manera que ya lo habían hecho otros países, entre ellos Alemania.
Por su parte, el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, subrayó que el encuentro le “vendrá bien”, no sólo a España y a Alemania, sino también a la estabilidad financiera de la Unión Europea; de esta cita saldrá, así López Garrido, un acuerdo "sobre lo que tiene que hacer la UE en estos momentos".
Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz