Detectan extraña fuga en el fondo del Océano Pacífico
18 de abril de 2023Científicos han hallado una fuga en el fondo del océano cerca de Oregón, frente a las costas del Pacífico de Estados Unidos y Canadá, de la que se escapa un extraño líquido caliente que podría dar pistas sobre la actividad sísmica en el noroeste del Pacífico y que eventualmente, según los investigadores, podría ayudar a provocar un gran terremoto.
En un comunicado de prensa de la Universidad de Washington, los investigadores afirmaron que el agujero del fondo marino de la costa de Oregón, bautizada como Oasis de Pythia, se encuentra exactamente en la parte superior de la falla de la zona de subducción de Cascadia, una inquietantemente silenciosa falla marina que se extiende desde la isla de Vancouver, en la costa oeste de Canadá, hasta el norte de California, que amenaza con desencadenar un terremoto de magnitud 9 en el noroeste del Pacífico, y que, según los científicos, sigue encerrando muchos misterios.
El descubrimiento de la filtración llegó después de que el sonar de un barco mostrara inesperados penachos de burbujas a unos tres cuartos de milla bajo la superficie del océano. Una exploración posterior con un robot submarino reveló que las burbujas eran solo un componente menor de un fluido caliente y químicamente distinto que brotaba del sedimento del fondo marino, se lee en el comunicado.
Para los investigadores, resultó curioso que el agujero esté filtrando agua hacia el océano, y no hacia el subsuelo.
"Exploraron en esa dirección y lo que vieron no fueron solo burbujas de metano, sino agua que salía del fondo marino como una manguera de incendios. Es algo que nunca había visto y que, que yo sepa, no se había observado antes", afirma Evan Solomon, coautor del estudio y profesor asociado de oceanografía de la UW que estudia la geología del fondo marino.
Lubricante tectónico
Un estudio más exhaustivo, publicado Science Advances, los científicos descubrieron que el líquido, que contenía cantidades "extremas" de boro y litio, pero notablemente menos cloruro, potasio y magnesio, puede ser una especie de lubricante tectónico, y sin él, la placa sobre la que se asienta podría estar en peligro de moverse bruscamente.
Expediciones posteriores, revelaron que el extraño fluido que sale disparado del agujero es más caliente que el agua que lo rodea en 9 °C, y según los cálculos del equipo, esto sugiere que "el fluido procede directamente de la megafalla de Cascadia, donde se estima que las temperaturas son de 150 a 250 °C ".
"La pérdida de fluido de la interfaz de la megafalla de alta mar a través de estas fallas de deslizamiento es importante", señala el comunicado, "porque disminuye la presión del fluido entre las partículas de sedimento y, por lo tanto, aumenta la fricción entre las placas oceánicas y continentales."
Solomon, por su parte, utilizó una metáfora para explicar el fenómeno: "La zona de la falla de megaterremotos es como una mesa de hockey de aire", y "si la presión del fluido es alta, es como si el aire se encendiera, lo que significa que hay menos fricción y las dos placas pueden deslizarse".
"Si la presión del fluido es menor, las dos placas se bloquean", continuó. "Es entonces cuando puede acumularse la tensión".
"Una ventana poco frecuente"
Aunque hasta la fecha no se han detectado otras fugas similares, los investigadores sospechan que pueden existir otros en las proximidades. Si se trata de una característica común, tal vez puedan proporcionar a los científicos información sobre la actividad tectónica e incluso sobre el riesgo de terremotos.
"El Oasis de Pythia proporciona una ventana poco frecuente a los procesos que actúan en las profundidades del fondo marino, y su química sugiere que este fluido procede de las proximidades del límite de placas", añadió Deborah Kelley, coautora del estudio y profesora de Oceanografía de la Universidad de Washington.
"Esto sugiere que las fallas cercanas regulan la presión del fluido y el comportamiento de deslizamiento de megacabalgamientos a lo largo de la zona central de subducción de Cascadia", agregó.
Editado por Felipe Espinosa Wang.