Discriminación es fuente de conflictos
21 de marzo de 2005El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego contra una manifestación pacífica en Sharpeville (Sudáfrica) en contra de las leyes de pases del apartheid y mató a 69 personas. La Asamblea General, al proclamar el Día en 1966, instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
Reforzar lucha contra la discriminación
La Unión Europea expresó además su preocupación por "la creciente desconfianza hacia los migrantes y minorías étnicas y pidió a los Gobiernos de la Unión reforzar la lucha contra el racismo y la xenofobia y los instó a poner en la práctica las obligaciones asumidas en la Conferencia Mundial para la Eliminación del Racismo, que tuviera lugar en Durban.
Las bases de la Unión Europea radican en la reconstrucción del continente tras la II Guerra Mundial. Sus fundadores querían evitar la repetición de esa tragedia cuyas causas fueron el racismo, la xenofobia y el antisemitismo.
Una tarea lógica
Por ello "es apenas natural que la UE luche, convincentemente, contra todas las formas de discriminación", dice un comunicado de Bruselas. El Tratado de Ámsterdam de 1997 propulsó la institucionalización dicha lucha, prohibiéndose así la discriminación racial, religiosa o confesional, por la edad, la discapacidad o la orientación sexual.
Alemania hace sus deberes
El gobierno alemán de coalición socialdemócrata y verde presentó por estos días una propuesta de ley que "busca definir mejor la discriminación para, así mismo, atacarla". El espíritu de la ley es que "todos somos susceptibles de ser discriminados". La oposición rechaza, en gran parte, la propuesta, aunque aún no se ha cristalizado la síntesis de su idea. La intención de Bruselas es que los nuevos Estados miembros asuman la política comunitaria contra la discriminación en todos los campos.
Discriminación es fuente de conflictos
El racismo es un mal universal. No en vano, la comunidad internacional se comprometió en Durban el 31 de septiembre de 2001 a combatir esta plaga. En esa ocasión se resaltó que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, cuando equivalen a racismo y discriminación racial, constituyen graves violaciones de todos los derechos humanos y obstáculos al pleno disfrute de esos derechos, niegan la verdad evidente de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos, constituyen un obstáculo a las relaciones pacíficas y de amistad entre los pueblos y las naciones, y figuran entre las causas básicas de muchos conflictos internos e internacionales, incluidos conflictos armados, y el consiguiente desplazamiento forzado de poblaciones.