División en el Consejo de Seguridad
3 de octubre de 2002A tono con Washington, el Primer Ministro británico, Tony Blair, declaró el jueves que considera absolutamente esencial una nueva resolución del Consejo de Seguridad, antes del envío de inspectores de la ONU a Irak. "La diplomacia sin una amenaza militar detrás, es contraproducente", advirtió Blair durante la clausura del Congreso Laborista en Blackpool.
Blair exhortó a la comunidad internacional a "no enviar señales contradictorias a Bagdad. Entre más unitario sea el mensaje, menor será la probabilidad de un ataque militar", señaló.
Línea dura anglosajona
Las declaraciones del jefe de gobierno británico coinciden con la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para estudiar la reanudación de inspecciones de armas en Irak. El jefe de inspectores de la ONU, Hans Blix, presentó su informe sobre el acuerdo alcanzado con el régimen iraquí en Viena. Blix anunció que los miembros de la Comisión de la ONU para la Verificación, Inspección y Vigilancia del desarme en Irak, UNOMOVIC, iniciarían sus trabajos el 15 de octubre.
Sin embargo, Estados Unidos y Gran Bretaña presionan para que se adopte una nueva resolución que autorice el uso de la fuerza militar si Irak no coopera. En un plazo de 30 días, según la propuesta anglosajona, Irak deberá dar acceso a los inspectores a su arsenal químico, biológico y nuclear, y proporcionar toda la información sobre sus misiles balísticos.
Saddam no quiere abrir sus palacios
Irak acordó en Viena, estar dispuesto a recibir a los inspectores de la ONU, pero se negó a abrir los complejos palaciegos de Saddam Hussein. Después de escuchar el informe de Blix, el Consejo de Seguridad debe decidir si envía a los inspectores o si presiona a Irak para que permita el acceso a los palacios presidenciales.
La resolución propuesta por Estados Unidos y Gran Bretaña provoca reservas en Francia y Rusia, ya que significaría dar un ‘cheque en blanco’ a Estados Unidos para una intervención militar. Francia rechaza una agresión en solitario por parte de Washington y favorece una estrategia de dos etapas por parte de la ONU. Sólo en caso de que Irak no cumpla con la resolución ya adoptada, podrá amenazarse al régimen militarmente, desde el punto de vista galo.
Rusia y China a favor de la negociación
Rusia también rechaza el uso de la fuerza militar de manera automática. "La propuesta presentada por Washington y Londres, refuerza el punto de vista de Moscú", dijo el ministro del Exterior ruso, Igor Ivanov. Rusia favorece un rápido retorno de los inspectores de armas.
También China subrayó que la prioridad es que los inspectores puedan volver a Irak y comiencen su labor cuanto antes.
Bush dispuesto a atacar en solitario
Para la adopción de una resolución son necesarios por lo menos nueve votos en el Consejo de Seguridad. Los cinco miembros permanentes, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña cuentan con un derecho de veto.
Bush amenazó indirectamente con una intervención militar en solitario contra Saddam Hussein, de no cumplir éste con sus obligaciones de desarme. Washington acusa a Bagdad de violar las resoluciones de la ONU y seguir produciendo armas de destrucción masiva, lo que el régimen niega rotundamente.