Falso amor por el reciclaje
28 de mayo de 2018Pajitas, platos de plástico, tazas de café para llevar: la Comisión de la UE quiere prohibir el uso de las vajillas de plástico desechables. El comisario europeo de Presupuestos, Günther Oettinger, incluso anuncia un impuesto especial sobre el plástico. "Nuestra propuesta es que cada Estado miembro añada cierta cantidad al presupuesto de la Unión Europea por cada kilogramo de residuos plásticos no reciclado", anunció Oettinger a la prensa. La tasa podría rondar los 80 céntimos por Kg de plástico. Además, las botellas de plástico serán recicladas en un 90%.
La prohibición de productos desechables debe ser implementada por los propios Estados miembros. "¿Por qué debería regular esto cada país? También podemos hacerlo conjuntamente para toda Europa", exige la ministra federal alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze. Con un requisito: "Lo más importante es que se pueda reciclar el plástico", continúa Schulze, incidiendo en uno de los principios de la política medioambiental alemana.
Alemania, líder en reciclaje
Alemania tiene buenas tasas de reciclaje, explica Schulze con orgullo. El país se encuentra no sólo muy por encima de la media de la UE, como destaca la ministra, sino que, según un estudio del Instituto de Economía Alemana (IdW), está a la cabeza de Europa en reciclaje.
La política Rebecca Harms, de Los Verdes, es sin embargo crítica: "más importante que la recolección y el reciclaje es evitar la basura plástica", dice. Pero en eso es exactamente en lo que la República Federal está teniendo problemas. Alemania se ve a sí misma como el líder en el reciclaje, pero también produce una cantidad de desechos superior a la media.
Según el análisis de IdW, en 2016 se generaron un promedio de 626 kilos de basura por cada ciudadano alemán. Únicamente los daneses, los chipriotas y los malteses produjeron más desechos plásticos, según el estudio. Si bien la cifra disminuyó entre 2005 y 2016 en los otros estados miembros de la UE, en Alemania aumentó un 10%.
La industria de residuos en auge
No es de extrañar que la industria alemana de eliminación de residuos esté en auge. Según la información de la Oficina Federal de Estadística de Alemania, la industria del reciclaje alcanzó una cifra de negocio de casi dos mil millones de euros en 2016. Cientos de miles de personas trabajan en compañías que organizan la recolección, reutilización y eliminación de desechos.
Por un lado están los municipios, pero también participan empresas del sector privado. Es una peculiaridad alemana fruto de la Ordenanza de Empaquetado de 1991 y del llamado "sistema dual de punto verde".
Desde la década de 1990, la gestión de residuos en Alemania ha sido organizada por empresas municipales y del sector privado (incluso duales). Los embalajes marcados por los fabricantes con el "punto verde" se recogen y se reciclan, aunque con un éxito moderado. Las críticas vienen, entre otras cosas, porque las empresas sólo reciclan una pequeña fracción del material recolectado.
Aunque, según el estudio de IdW, en Alemania se reciclen dos terceras partes de los residuos, se considera "reciclado" lo que "recolecta para reciclaje o preclasificación". Ese material "reciclado" apenas se reutiliza. Por lo tanto, la ministra de Medio Ambiente quiere "hablar con aquellos que pueden utilizar ese plástico". A su juicio sería necesario "cerrar realmente" el círculo de la producción y la reutilización del plástico.
Reciclar no ayuda contra la contaminación de los mares
Esto lo confirma también Peter Kurth, de la Federación de la Industria de Gestión de Residuos Alemana (BDE): "los fabricantes de objetos de plástico son los responsables de asegurarse de que sus productos son reciclables", dice. "Advertimos contra decisiones más que nada simbólicas como la prohibición de productos desechables de plástico".
Pero no son precisamente esos productos el problema, dice Thomas Fischer, de Ayuda Medioambiental Alemana (Deutsche Umwelthilfe): "Estamos hablando de productos que son eliminados en el medio ambiente y que acaban ahí", dice el experto en reciclaje. "En realidad, no se pueden reciclar porque no acaban en el contenedor amarillo".
Schulze: "hay que abordar la mentalidad del usar y tirar"
También Deliana Bungard, de la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios (DStGB), ve razones para quejarse: "lo que siempre preocupa a los municipios y nos recuerda que tenemos que cumplir nuestro cometido es la basura arrojada sin control en el campo. Sobre todo ahora en verano, cuando la gente hace barbacoas. Entonces se genera bastante basura de empaquetado y productos de usar y tirar". Estos desperdicios sí podrían limitarse con la prohibición de los productos desechables.
Pero eso por sí solo no es suficiente para la ministra federal de Medio Ambiente: "Si ahora los platos desechables van a ser de aluminio, no hemos ganado nada". Una nueva ley de envasado, que entrará en vigor el 1 de enero de 2019, está destinada a aumentar la reciclabilidad de los envases. "En primer lugar, se trata de abordar la arraigada mentalidad del usar y tirar", dice Schulze. Pues lo que una vez aterriza en el mar, difícilmente se puede limpiar de ahí.
Autor: Maximiliane Koschyk (LGC/ER)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |