El gobierno brasileño anuncia un plan anticorrupción
16 de marzo de 2015La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dictará "en los próximos días" un conjunto de medidas de combate a la corrupción en respuesta a las masivas protestas que llevaron hoy a las calles a casi millón y medio de personas, anunció el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo. Sin embargo, negó que las protestas revelen una fragilidad en el gobierno: "Una persona que hace cinco meses recibió casi 55 millones de votos no puede estar frágil".
Cardozo dio una rueda de prensa para valorar las manifestaciones realizadas este domingo en decenas de ciudades de todo el país y afirmó que estas ocurrieron "dentro del orden democrático y con el mayor absoluto respeto a las autoridades", afirmando que solo "una minoría" de los brasileños defiende "posiciones extremistas y autoritarias" y dijo que la mayoría de la población "tiene un claro compromiso con la democracia".
"Escuchar la voz de la calle"
"El gobierno está atento y dispuesto, como siempre estuvo, a escuchar la voz de la calle", aseveró Cardozo, quien afirmó que el punto común de la protesta de este domingo y la manifestación de sindicatos de "apoyo crítico" a Rousseff realizada el viernes pasado es la exigencia de combatir la corrupción.
"Por esto el gobierno anunciará en los próximos días un conjunto de medidas de combate a la corrupción y a la impunidad. Estamos abiertos a escuchar propuestas, tanto de los que defienden al gobierno como de los que lo critican", expresó el ministro. En una rueda de prensa para hacer un balance de la jornada de protestas, el ministro afirmó que Rousseff desea impulsar una profunda reforma política que lleve a la prohibición de que las empresas financien a candidatos o partidos en las elecciones."Hay que cerrar de inmediato esta puerta de entrada para la corrupción", enfatizó.
A su vez, el jefe de la Secretaría General de la Presidencia, Miguel Rossetto, aludió a las pancartas que demandaban una intervención militar o un juicio político del Congreso ala mandataria. "Creemos que los manifestantes fueron mayoritariamente electores que no votaron a la presidenta Dilma Rousseff, lo que es legítimo. Lo que no es legítimo es el golpismo", expresó Rossetto.
LGC (dpa / EFE)