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SociedadAlemania

Enfermera en Alemania: “A todo decía que sí, sin entender”

30 de marzo de 2023

Alemania está trayendo personal de salud de América latina. Pero la integración no resulta fácil. Para cerrar la brecha, desde México se han creado redes de autoayuda.

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La Charité de Berlín.
La Charité de Berlín.Imagen: XAMAX/dpa/picture alliance

Hace cuatro años, el anterior ministro de Salud alemán, Jens Spahn, viajó a México para reclutar enfermeros y enfermeras, ya que en Alemania no hay suficiente personal de salud para una población que envejece y necesita cada vez más cuidados. 

Para el año 2035, en Alemania podría haber una escasez de unos 307.000 trabajadores de enfermería según el Instituto de Economía Alemana de Colonia. Una de las enfermeras que en ese entonces siguió el llamado del ministro y postuló para trabajar en Alemania fue Gabriela Coreño, de San Luis Potosí, en el centro del territorio mexicano. Pero el cambio no fue tan sencillo.

Mayor obstáculo: el idioma

La enfermera de 27 años llegó hace dos años y medio a la Charité de Berlín. Primero -recuerda en conversación con DW- estaba contenta con el mejor salario y la mayor cantidad de vacaciones. 

Pero a los pocos días empezaron las dificultades. Batalló con el idioma, la burocracia y una mentalidad y cultura de trabajo muy diferentes a lo que estaba acostumbrada en México. A veces, se sentía sola, incomprendida, triste.

Una experiencia que comparte con muchos colegas extranjeros y que a veces termina en renuncia y sueños frustrados. 

Aunque todavía no existe una estadística a nivel nacional sobre la tasa de deserción, Doris Langer, encargada de integración en las clínicas Helios en Múnich, cree que es un número considerable. "Hice encuestas, y el mayor obstáculo es el idioma”, comenta Langer en conversación con DW.

Tres grandes retos

Gabriela Coreño coincide: "Para mí, hubo tres retos grandes. El primero fue el idioma. Yo iba al super y me daba miedo interactuar con la cajera. No entendía cuando me preguntaba si quería un Beleg (recibo), así que a todo decía que sí, sin entender”, cuenta en la entrevista telefónica. 

"Luego llega el choque cultural. Nosotros los latinos somos muy cálidos, nos gusta trabajar en equipo, ayudar a los demás. En Alemania te ven raro, porque son muy individualistas, cada quien hace su trabajo”, explica.

El tercer reto para la mexicana fue el emocional, el sentirse sola y sin amigos, en una ciudad donde durante el invierno hace mucho frío y hay poco sol. "No puedes empacar toda tu vida en una maleta de 23 kilos. Tienes que empezar a crear círculos sociales”, aconseja.

Creando una red de apoyo

Cuando empezó a analizar lo que le había pasado y conversó con algunos colegas latinos, descubrió que todos habían pasado por un proceso emocional similar. 

Lo conversó con Anja Spilker, en cuya escuela de idiomas en México había estudiado, y en conjunto acordaron crear una red de autoayuda para apoyar a los enfermeros y enfermeras en su proceso de integración. 

"Es algo que deberían de hacer las clínicas en Alemania, pero muchas veces, sobre todo las clínicas pequeñas, no están del todo preparadas”, comenta Spilker a DW.

Entonces, entre las dos mujeres crearon la página de Facebook "internationale Pflegekräfte in Deutschland”, una plataforma de conexión e intercambio. Fundada en enero de este año, ya tiene 288 miembros. 

Coreño es la moderadora y recomienda enlaces útiles, contesta preguntas, informa sobre eventos o sube entretenidos vídeos producidos por Spilker sobre Alemania, el alemán y los alemanes y los malentendidos interculturales comunes.

Encontrar amigos

Una de las usuarias de la página es Diana Pizarro, chilena de 32 años. Ella trabaja desde hace cuatro años en una pequeña clínica ortopédica en Würzburgo, donde no hay personal de integración ni otros enfermeros latinos. 

"El equipo es muy amigable, pero eso no basta para integrar una persona que viene de otra cultura”, dice a DW. "Mi estudio es distinto, la jerarquía en el hospital aquí es diferente, y a veces me siento perdida culturalmente.”

Para ella, el foro es "un gran apoyo moral, ya que en el hospital no tengo a nadie con quien comparar mi situación”. También le resultó útil un video donde Spilker corregía en una mini-conversación con alumnas la pronunciación y errores comunes que cometen los latinos al hablar alemán.

Además, Pizarro pudo conectarse con una enfermera chilena. ”Ya nos estamos poniendo de acuerdo para vernos”, añade. "El grupo ha sido muy bueno para mí”.

También la embajada mexicana ha tomado cartas en el asunto y creó en marzo un grupo de apoyo en línea para abordar el duelo migratorio y herramientas para enfrentarlo. 

Doris Langer, de Helios, agradece todas estas iniciativas. "Un proceso de integración exitoso requiere de mucho trabajo”, reflexiona. Es algo que los empleadores a veces subestiman. 

(ers)