España y Cuba: diálogo sobre derechos humanos
29 de mayo de 2007La reunión, que tiene lugar hoy y mañana, está enmarcada en el mecanismo formal de diálogo acordado durante la visita a Cuba del ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a comienzos del pasado mes de abril.
En esa ocasión, ambos Gobiernos pactaron que esta comisión política se basaría en el pleno respeto a la soberanía de ambos Estados y la no injerencia en asuntos internos.
No obstante, el gobierno cubano ha manifestado estar dispuesto a dialogar con España sobre derechos humanos, uno de los asuntos más espinosos para las autoridades de La Habana, aunque considera que aún no se dan las condiciones para hacerlo con la Unión Europea.
Cuáles son las condiciones exigidas por La Habana ha dejado claro Pérez Roque, ministro de Exteriores cubano, que dijo ya en abril pasado que "tendrían que eliminarse definitivamente las sanciones de la UE contra Cuba y la posición común (de la UE, N. de la R.)", a lo cual la UE por el momento no está dispuesta.
Condenas y rechazos
La cooperación de la Unión Europea con Cuba fue suspendida en 2003, tras el cambio de la política de la UE hacia la isla en protesta por las ejecuciones de tres secuestradores y las condenas a 75 disidentes en juicios sumarios, en lo que se conoció como la Primavera Negra.
Desde julio de 2003 Cuba rechaza por su parte también toda cooperación estatal directa con la Unión Europea y los Gobiernos de sus Estados miembros.
A comienzos de 2005, Cuba reanudó los contactos con las embajadas de la Unión Europea en la isla, pero a nivel mucho más bajo de lo normal. Incluir la temática de los derechos humanos en el diálogo político bilateral ha sido difícil desde entonces.
España ha logrado abrir ahora una brecha en las complicadas relaciones. "Es absolutamente impensable que el Gobierno de España no pueda mantener, defender y desarrollar un política intensa, constructiva, dialogante con las autoridades cubanas", dijo Moratinos, asumiendo un papel que la UE ve con buenos ojos, si bien todavía no oficialmente.
Nuevo acercamiento
"Hemos aceptado recibir cooperación del gobierno español" tras cuatro años de interrupción porque "España se ha apartado de un camino de imposiciones, de condicionamientos políticos a Cuba", comentó por su parte Pérez Roque ya con ocasión de la visita de Moratinos.
El responsable cubano de Exteriores se manifestó convencido de que la visita del ministro español "marcó los primeros jalones" de un camino que puede abrir el diálogo con la UE porque, según agregó, "hay otros gobiernos de la Unión Europea interesados en definir una política europea propia hacia Cuba según el interés europeo".
Para Lage, la nueva posición de España es un síntoma de la "rectificación definitiva" del rumbo de las relaciones entre ambos países, aludiendo a la política desarrollada por el Gobierno de José María Aznar.
Del mismo tenor han sido los comentarios publicados por el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, que señaló que la visita es una manifestación del "positivo momento actual de las relaciones entre los dos países". Según el periódico, el acercamiento entre España y Cuba muestra "la vía por la que pueden conducirse las relaciones entre Cuba y la Unión Europea".
Buena voluntad de ambas partes
A la cabeza de la delegación española se halla el director general de Política Exterior, Rafael Dezcállar. La representación cubana es dirigida por Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales.
La agenda de la reunión incluye temas de derechos humanos y presos políticos y la definición de una agenda para mantener dos encuentros por año. "Se podrán abordar todos los temas, no hay exclusiones", han destacado fuentes próximas a la reunión.
El foro abierto ahora entre España y Cuba es el primero de estas características acordado por las autoridades de La Habana con un país de la Unión Europea. Cuba continúa acusando a la UE de seguir las instrucciones de Washington en su política hacia la isla, pese a que oficialmente se considera superada la grave crisis que estalló en 2003.
Buena voluntad parece existir entonces de ambas partes. La cuestión es qué actitud tomarán la UE y sobre todo España en caso de que se vuelvan a repetir sucesos como los del 2003. Pero en ello actualmente nadie piensa y quizás sea mejor así.