"Exigir a Irán respeto a derechos humanos no es intromisión”
23 de junio de 2009El Consejo de los Guardianes iraní descartó la anulación de las controvertidas elecciones presidenciales celebradas el 12 de junio en Irán. Según informa la agencia dpa, un portavoz del Consejo aseveró a la emisora estatal PressTV que no existen evidencias de irregularidades de peso. Así, los resultados definitivos de los comicios previsiblemente se darían a conocer este miércoles y el nuevo mandato del presidente y su gabinete se iniciaría entre el 26 de julio y el 19 de agosto.
Según los resultados oficiales, el presidente conservador Mahmud Ahmadineyad ganó las elecciones con casi dos tercios de los votos, derrotando con una ventaja de casi diez millones de votos a su principal rival, el ex primer ministro Hussein Mussavi. Las manifestaciones -que alcanzaron altos grados de violencia y dejaron víctiimas mortales el fin de semana- han mermado debido a las amenazas y dispositivos oficiales. La Guardia Revolucionaria del Gobierno había amenazado con acabar “de manera revolucionaria” con toda manifestación no autorizada.
Una ola de miedo
De sólo 200 manifestantes informaba el 22 de junio el canal oficial Press TV que cita Spiegel Online; testigos presenciales hablan de unos mil que habrían sido dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos. El líder opositor, Hussein Mussavi, no ha vuelto a convocar a manifestaciones masivas, pero sí a proseguir con las protestas.
Shahram Najafi, politólogo iraní que observa los acontecimientos desde Alemania -y-a través de los nuevos medios- habla de intimidación y represión masivas. Las conexiones de Internet no funcionan, tampoco el sistema de información Twitter. “Se intenta identificar a la gente que utiliza ese servicio de noticias. Se le envía mensajes a su teléfono móvil amenazando con detenerlos por haber participado en la manifestación”, cuenta Najafi quien asevera que en este momento en Teherán es sumamente peligroso andar por la calle. “Debido a la represión y a la ola de miedo que ha desatado el régimen iraní, la gente no quiere salir, temen por su trabajo y por su vida”.
“Intromisión en asuntos internos”
Entretanto la presión internacional hacia Teherán crece: el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, criticó la noche del 22 de junio los últimos acontecimientos y exhortó al Gobierno iraní a respetar los derechos civiles y políticos, “sobre todo el derecho a la libre expresión”.
Que Reino Unido y el Consejo de la Unión Europea hayan criticado el proceder del Gobierno iraní y que Berlín haya exhortado a respetar los derechos humanos ha sido percibido como una injerencia internacional en asuntos internos. El portavoz del ministerio alemán de Asuntos Exteriores, Ulrich Wilhelm, rechaza la crítica, pues “exigir respeto por el derecho a la libre expresión y a manifestarse no es en absoluto una intromisión”.
Si para Günter Nooke, subsecretario de Derechos Humanos, las críticas de Berlín no han sido lo suficientemente enérgicas; para Rolf Mützenich –del grupo parlamentario germano iraní en el Bundestag alemán- "es bueno que la UE intente una postura común”.
Mützenich alabó en entrevista concedida a la emisora alemana Deutschlandfunk que el ministerio alemán de Relaciones Exteriores hubiera reaccionado rápido solicitando la comparecencia del embajador iraní –tan pronto surgieron las primeras protestas de periodistas a quienes no se les permitía ejercer sus labores. Sin embargo puntualizó, “hay que tener cuidado, al criticar desde fuera. Pues desde aquí (Berlín) resulta fácil criticar. Los que sufren, sin embargo, son los manifestantes en la calle”.
Explicaciones
Como fuere, agencias informan de que el Ministerio iraní del Interior ha prohibido una manifestación convocada por seguidores de Ahmadineyad frente a la embajada del Reino Unido en Teherán para protestar contra la supuesta injerencia británica. Autoridades iraníes acusan a potencias occidentales de apoyar el descontento en las calles y no descartan la expulsión de algunos embajadores europeos. La UE indica, por su parte, a los Estados miembros pedir explicaciones de tales acusaciones convocando a los respectivos embajadores iraníes.
Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina-Valencia