Fondos para investigación con células madre
16 de junio de 2006El Parlamento Europeo ha aprobado recursos para la investigación con células madre embrionales. Por "pequeñeces" se ha desatado la tormenta: mínima es la mayoría que dio luz verde al proyecto (por 284 votos a favor y 249 en contra) y mínimos los recursos autorizados(50 de los 50 mil millones presupuestados para proyectos de investigación).
El problema de fondo es, sin embargo, grande: en diez países del club europeo la investigación con células madre embrionarias está prohibida. Entre ellos se encuentra Alemania, Austria, Italia y Polonia. La discusión de si la institución legislativa europea debe aprobar algo así de controvertido que está prohibido en algunos de sus países lleva ya mucho tiempo.
Investigación y ética
Entre los eurodiputados que se han opuesto a que se aprueben los fondos se encuentran sobre todo cristianodemócratas y verdes. Según alguno de los detractores de la investigación con células madre, esta cuestión pone en duda los fundamentos éticos de la Unión Europea. Y la pregunta es obvia: ¿es la UE una comunidad con valores éticos comunes o sólo una comunidad económica? "Si los embriones empiezan a ser aceptados como material desechable, la comunidad se encuentra en un momento ético limítrofe", opinó Hiltrud Breyer, eurodiputada por el partido de Los Verdes.
Dudosa mayoría
El mejor ejemplo de que los claros bloques que había comienzan a desmoronarse es el caso italiano - el nuevo gobierno ha declarado que no se opondrá más a este tipo de investigación. Sin embargo, la escasa mayoría por la que ha sido aprobado el asunto habla de que no se está demasiado convencido del prometido progreso científico que traería la investigación con células madre para enfermedades tales como el Parkinson o el Alzheimer. Los primeros experimentos en este sentido no han traído los brillantes resultados médicos esperados.
Polémica para rato
Como fuere, el Parlamente Europeo lo ha aprobado, pero la cuestión debe ser debatida, dentro de algunos meses, por los ministros de Investigación de la UE, que en la última reunión en la que hablaron sobre este tema se mostraron abiertamente divididos.
El hecho de que Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, España y Países Bajos lo permitan, y el resto de legislaciones lo prohíban, predice que la polémica no va acabar ahí, cuestionamiento ético aparte.