¿Por qué se retiró la acreditación a periodistas en el G20?
12 de julio de 2017La mayoría de los periodistas presentes salieron de la conferencia de prensa de este miércoles con más preguntas que respuestas. ¿Por qué se retiró la acreditación previamente concedida y necesaria para entrar al centro de convenciones a 32 representantes de medios? "Estamos hablando de problemas realmente graves y de una nueva evaluación general en cuanto a la seguridad”, defendió el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.
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La oficina responsable de las acreditaciones para este tipo de eventos es la Oficina de Prensa e Información del Gobierno Federal (BPA). Seibert, máxima autoridad en este gremio, aclaró que el proceso de acreditación se organiza en dos pasos. Primero se comprueba si la persona en cuestión realmente trabaja como periodista. En segundo lugar, se realiza un control de seguridad a cargo de la Oficina Criminal (BKA). Cuando los especialistas de la BKA tienen sospechas, la BPA no puede poner su juicio en duda porque no es competente para decidir sobre cuestiones de seguridad, aclaró Seibert. Sin embargo, según la prensa, al parecer en algunos casos sí fue posible llegar a un compromiso. Por ejemplo,algunos periodistas obtuvieron acreditación a cambio de estar siempre acompañados por un agente de la BKA. Seibert no quiso confirmar nada al respecto.
¿Está Turquía detrás?
Retirar las acreditaciones es un proceso extraordinario en Alemania. Sobre todo, cuando se hace a posteriori. Para la Constitución alemana la libertad de prensa es un bien muy valioso e incluye el acceso libre de los periodistas a estos eventos. En caso de duda, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional se inclina hacia la libertad de prensa. Puede que haya habido casos anteriores en los que se retiraron las acreditaciones, pero nunca llegó a generar un debate público. Por lo menos, no en los últimos años.
En los titulares, únicamente aparecieron algunos eventos del partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) por haber negado la acreditación a periodistas sin alegar razones concretas. Así surgió la sospecha de que el partido pretendía evitar la entrada de periodistas críticos hacia el AFD. Por lo tanto, no sorprende que ahora se especule tanto sobre el caso del G20 en Hamburgo.
Pero ¿quién esta detrás de esa decisión? ¿Podría ser el servicio secreto turco? Últimamente interviene en todo el mundo contra partidarios del movimiento Gülen o, por lo menos, lo intenta. Al parecer, según se supo más tarde, algunos periodistas a los que se les retiró la acreditación procedían de territorios turcos bajo dominio kurdo. "Hay diferentes personas en las que se trata de delitos graves y no de faltas insignificantes”, explicó un portavoz del Ministerio alemán del Interior.
Protección personal y listas negras
"La información era únicamente información aportada por los agentes de seguridad alemanes”, trataron de convencer Seibert y otro portavoz del Ministerio del Interior. Se trata de "explicaciones transparentes”, dijo. Pero desde el escándalo de espionaje del servicio secreto estadounidense NSA cualquier periodista sabe que los servicios secretos trabajan con otros socios del extranjero. Tras la rueda de prensa no se pudo demostrar completamente que esas fuentes de información no viniesen del extranjero. En lugar de eso, se apeló a que los periodistas concediesen cierta credibilidad a las alegaciones porque dicen la verdad. Unas palabras bastante inusuales en el marco de una conferencia de prensa del gobierno. Como acertadamente apuntó uno de los presentes, "conceder credibilidad” no está dentro de los géneros del periodismo.
Escudándose en razones de protección de personas, el gobierno no quiso decir nada más respecto a esa información que manejaban, aunque eso hubiese bastado para echar por tierra algunas teorías conspirativas. Además, al parecer, esa protección de datos y personas no importaban tanto en Hamburgo, puesto que 32 afectados estaban en una "lista negra” que se había imprimido para los agentes que controlaban las entradas. Terceras personas podían leer esa lista de nombres que amenazan la seguridad y, en caso de que esta información cayese en las manos equivocadas, podría tener graves consecuencias. Por último, el gobierno tampoco fue claro a la hora de explicar si los afectados aún siguen suponiendo un riesgo para la seguridad. Como respuesta, se dijo que se analizará en cada caso.
Indudablemente, el tema todavía no ha terminado. Los periodistas están demasiado irritados, pero también la oposición de los Verdes, la Izquierda y el FDP están pidiendo explicaciones. La comisaria federal de Protección de Datos, Andrea Voßhoff, ya anunció una revisión el caso. Y su predecesor, Peter Schaar, se atrevió incluso a publicar en Twitter: "Lentamente el asunto se está convirtiendo en una novela policíaca”.