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Gran Bretaña, sin mayoría absoluta

4 de mayo de 2010

Si se cumplen los vaticinios, los comicios británicos no arrojarán una mayoría absoluta. Para algunos, eso podría redundar en un desastre financiero. Para otros, sería una oportunidad para sacar al país del atolladero.

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La campaña electoral británica ha desembocado en una carrera que se definirá por fallo fotográfico. El opositor Partido Conservador lidera las encuestas de opinión... pero le sigue de cerca otro partido de oposición, el Liberal Demócrata. Y el gobernante Partido Laborista tampoco se queda muy atrás.

Gran Bretaña parece encaminarse a tener un parlamento en el que habrá que formar coaliciones. Dicho de otra forma, por primera vez en más de 30 años, ningún partido tendría el control completo de la Cámara de los Comunes. En Londres habría pues lo que los británicos llaman un “hung Parliament”, o parlamento “colgado”.

El primer ministro británico, Gordon Brown, ya parece estar sondeando la posibilidad de pactar tras los comicios, al referirse a la intención de llevar a cabo una reforma electoral y mencionar que en esa materia tendría una base en común con los liberales. Pero el líder liberal, Nick Clegg, no se muestra muy proclive a ayudar al premier a permanecer en el cargo.

“Es absurda la idea de que el partido que salga tercero en cuanto a votación mantenga el derecho a seguir ocupando el Nr. 10 de Downing Street y reclame el puesto de primer ministro”, afirmó Clegg, en lo que podría interpretarse como un gesto de acercamiento hacia los conservadores.

¿Peligro para la libra?

David Cameron
David Cameron.Imagen: AP

Sin embargo, el líder conservador David Cameron, no se muestra en absoluto entusiasmado con la idea de una coalición. “Me temo que en un ‘hung parliament’ habría disputas, discusiones, vacilaciones”, señaló. Y su portavoz en materia financiera, Ken Clarke, opinó que “los mercados no esperarán y la libra esterlina se tambaleará”.

Para Clarke, el mayor problema de Gran Bretaña es su déficit presupuestario, casi tan grave como el de Grecia. A su juicio, un parlamento sin mayoría absoluta empeorará aún más las cosas, al grado de que los británicos podrían verse obligados a recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional.

De eso ya hay precedentes. En 1976, Gran Bretaña tuvo que ser asistida por el FMI.

Mercados tranquilos

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Nick Clegg , líder liberal.Imagen: AP

No obstante, los Liberal Demócratas – que son los que más se beneficiarían de un ‘hung parliament’- desechan las advertencias de que semejante constelación pudiera conducir a la ruina financiera. Su portavoz económico, Vince Cable, opina que se está intentando asustar al electorado.

“Los conservadores están perdiendo la elección y están tratando de sembrar el pánico para que la gente vote por ellos”, señaló, recordando que “la libra esterlina tenía menos valor un año atrás, cuando los Tories llevaban una significativa ventaja en las encuestas de opinión”.

Hizo notar igualmente que ahora que parece casi seguro que nadie tendrá mayoría absoluta, los mercados parecen tranquilos, la libra sube y las tasas de interés que se pagan por la deuda británica se mantienen estables.

Algunos economistas estiman que la falta de un resultado electoral claro no tendrá repercusiones perjudiciales en los mercados. Por el contrario. Martin Weale, del Instituto Nacional de Estudios Económicos y Sociales, plantea que hay muchos ejemplos de parlamentos que funcionan con coaliciones. Cita el caso de Alemania, o el de Irlanda, donde en los años 80 fue importante que se buscaran consensos para que el país resolviera sus problemas económicos.

Al estilo griego

03.02.2009 DW-TV Journal Wirtschaft Minireportage Pfund
La economía británica necesita una terapia de ahorro.Imagen: DW-TV

Los sondeos demoscópicos británicos sugieren que lo que quiere el electorado es un “hung parliament”. Por lo visto, la gente está cansada de la antigua forma de hacer política y quiere que los partidos cooperen para sacar a Gran Bretaña del atolladero en que se encuentra.

Y ese atolladero es considerable, según John Phillpot, del Chartered Institute of Personnel and Development, quien advierte que habrá que hacer dolorosos recortes para sanear el presupuesto británico. Pronostica que la pérdida de empleos en el sector público, durante los próximos 5 años, será del orden de medio millón.

Esos serían recortes del gasto público al estilo griego. Y a Phillpott no le sorprendería ver también en Gran Bretaña protestas como las de Grecia o incluso una huelga general.

Si se cumplen esos sombríos presagios, es probable que ninguno de los principales partidos políticos británicos quisiera estar solo en la primera línea de fuego. Seguramente preferirían la seguridad de una coalición en un “hung parliament”.

Autor: Stephen Beard/ERS

Editor: Enrique López