Grecia en estado de emergencia

“No puedo más. Estoy viendo los cuerpos carbonizados de una mujer y sus cuatro hijos que permanecían desaparecidos desde ayer. Estaban abrazados”, decía esta mañana en la televisión el presidente de la Unión de Periodistas de Grecia, Panos Sobolos, justo antes de que se le quebrara la voz. Y es que ni siquiera los reporteros más expertos pueden soportar lo que se ve estos días en el país.

Los incendios forestales que azotan la península del Peloponeso adquirieron dimensiones colosales durante el viernes y el sábado. En ese infierno de llamas, ya son más de 50 las víctimas mortales. “Cuadros apocalípticos: llamas de 50 metros de altura”, titulan hoy los diarios de la capital. Una densa columna de humo se eleva desde el Peloponeso y se expande a cientos de kilómetros de la península, como demuestran las imágenes satelitales.

Una tragedia nacional

“Desde ayer estamos viviendo una tragedia nacional”, dijo el primer ministro griego, Kostas Karamanlis, que decretó el estado de emergencia nacional tras visitar la zona. "Huracán de fuego" fue otra de las expresiones con las que el mandatario describió la situación. Los bomberos, que desde el 26 de junio están desplegados y en actividad ininterrumpida, se encuentran extenuados. "La mayoría de mis hombres lleva 48 horas en servicio", explicó en la radio el encargado de la misión.

La situación parecía seguir hoy fuera de control en casi todas las regiones del sur de Grecia. Esparta, Trípolis, Patras, Megalopolis o la isla de Euboa eran arrasadas por los incendios. Ante el pedido de ayuda de Grecia a la Unión Europea, Francia anunció que enviará dos hidroaviones esta tarde y Chipre se mostró dispuesto a enviar decenas de bomberos.

Problemas de organización y personal

Frente lo dramático de la situación, los partidos griegos suspendieron la campaña electoral para los comicios parlamentarios del próximo 16 de septiembre. Hasta ahora, nadie ha querido hablar de culpas. Pero los responsables tendrán que explicar más pronto que tarde cómo es posible que Grecia, que cuenta con una de las mayores flotas aéreas de Europa para la extinción de incendios (19 hidroaviones y 18 helicópteros), pueda haber llegado a esta situación.

Los medios griegos atribuían parte del caos a problemas de organización y personal. En Grecia es un secreto a voces que, desde hace años, el jefe del cuerpo de bomberos y el director de Protección Civil "no pueden ni verse", como explica una y otra vez la televisión.

Expertos ambientales, por su parte, sostienen que estos incendios representan un paso más hacia la desertización del sur de Europa por culpa del cambio climático. Los alcaldes de las regiones afectadas se inclinan unánimemente por otra razón para el fuego: detrás de esta catástrofe de dimensiones bíblicas se esconden pirómanos y especuladores del suelo.