"Habrá una transición pacífica en Cuba"
27 de junio de 2007
Desde que se difundiera el documental "Cita con la muerte", que ofrece nuevas evidencias sobre las implicaciones de los servicios secretos cubanos en el asesinato de John F. Kennedy, el periodista Wilfried Huismann es una opinión de referencia en Alemania para lo que tenga que ver con los servicios secretos estadounidenses y cubanos. El laureado cineasta es conocido por sus trabajos en torno al asesinato de Salvador Allende en Chile, o sobre los atentados contra los atletas israelíes en las Olimpiadas de Múnich en 1972.
La CIA reconoció que trabajó con dos de los criminales más buscados del país en un intento frustado por asesinar a principios de la década de los 60 al presidente Fidel Castro. Uno de ellos era Johnny Roselli, ¿qué sabe usted al respecto?
Tras las investigaciones del Congreso estadounidense en los años 70 salió a la luz pública que la CIA había entablado relaciones secretas con la mafia de Estados Unidos, la mafia italiana y la mafia judía y esto tiene una larga historia. La CIA trabajó con la mafia judía para rescatar a judíos de la Alemania nazi para llevarlos a Palestina, ése fue el antecedente de este contacto de la CIA con una organización criminal, la mafia. De Roselli sé porque hace un par de años cuando hice el documental, "Marita Lorenz, la amante de Fidel Castro", me enteré de que Roselli trabajó de hecho con la CIA, entrevisté al hombre que tenía el contacto entre Roselli y la CIA, el detective Robert Maheu, quien todavía vive, está ya muy muy viejo, vive en Las Vegas, él me contó que la CIA fabricó en el Departamento de Salud unas píldoras especiales para envenenar a Fidel Castro. Maheu recibió las píldoras en la sede central de la CIA, viajó a Miami y en un hotel en la playa se las entregó a Johnny Roselli, esto me lo dijo hace 5 años, por lo que en ese sentido, no estoy sorprendido.
¿Porqué falló el intento por asesinar a Castro con esas píldoras?
Marita Lorenz, una alemana hija de un capitán de barco, viajó con su papá a la Habana en febrero de 1959. Fidel Castro visitó la embarcación, porque no había visto antes uno tan grande y tan bonito. Se enamoró de la hija del capitán, y sobre todo ella se enamoró de Fidel Castro, se quedaron juntos en el hotel Habana Libre durante algunos meses. Ella quedó embarazada pero perdió el niño no se sabe porqué. La CIA convenció después a Marita de que Fidel Castro no quería tener un hijo con ella, de que era él el culpable. Ella se convirtió en herramienta de la CIA y estaba dispuesta a viajar con esas píldoras en el año 1961 a la Habana para encontrarse otra vez con Fidel, pasaría una noche con él y lo envenenaría, pero me dijo ella en la entrevista que en el último momento el amor fue más fuerte que el odio y que tiró las píldoras en el baño, esa es la historia que ella cuenta. Se sabe que otras personas trabajaron con dichas cápsulas, por ejemplo un camarero del Hotel Nacional que tenía escondidas las píldoras de la CIA en un refrigerador. Un buen día llegó Fidel, pero cuando el camarero intentó sacar las píldoras del refrigerador no pudo porque estaban congeladas.
¿Ha sido un milagro que Castro se haya salvado de tantos intentos de asesinato?
No ha sido solamente un milagro, también ha sido la fortaleza de sus servicios secretos, el G2, que se infiltró hasta la cúpula de la Adminstración John F. Kennedy. Tenían un amigo o un miembro de su gobierno que bajo el seudónimo de doctor que transmitía regularmente informaciones secretas de los hermanos Kennedy a la Habana, por lo que estaban enterados de los planes de agresión de Estados Unidos. Tenían una muy buena política de infiltración como servicios secretos, profesionalmente eran mucho mejores que la CIA.
¿Porqué la CIA declasifica ahora más de 700 páginas sobre algunos de los peores abusos cometidos durante 25 años?
En el fondo las informaciones que revelan no son tan nuevas. Parecen ser nuevas pero los comités de investigación del Congreso del Senado, las diferentes Comisiones de Investigación en los años 70 han descubierto ya muchos crímenes del Estado en el que estaba involucrada la CIA. Por ejemplo su papel en el derrocamiento del presidente Allende en Chile. Eso provocó la creación de una de esas comisiones de investigación. Entonces esos abusos no salen recién a la luz sino sólo unos detalles. Es una política de relaciones públicas para cambiar de imagen. Quieren convencer de que ya no hay ningún secreto de esta época negra en el que se ha mezclado crimen de Estado con gangsterismo político, algo muy frecuente sobre todo bajo la administración de John F. Kennedy que tenía relaciones con la mafia.
Usted sostiene en su documental "Cita con la muerte", sobre el asesinato de John F. Kennedy que había una carrera entre Washington y la Habana y que sólo uno, o Kennedy o Castro podía sobrevivir. ¿Nos puede resumir nuevamente su tesis?
Los Kennedy, sobre todo Robert Kennedy, estaban decididos a asesinar a Fidel Castro, no podían soportar la humillación que significó la derrota en Bahía de Cochinos en 1961. La potencia más grande del mundo se sentía humillada por el barbudo de la Habana. Robert Kennedy, como se sabe, juró en una carta a su hermano que se iba a vengar. Él dirigió personalmente las operaciones de la CIA junto con la dirección de organizaciones cubanas en el exilio para asesinar a Fidel Castro. También viajó muchas veces a Miami en donde estaba la sede central de estas operaciones de la CIA contra Cuba. Él decidía dónde había que mandar aviones para destruir fábricas cubanas. Estaba involucrado en todos los detalles de los intentos por asesinar a Fidel Castro. Era algo muy serio y Fidel Castro sabía que iba a ocurrir tarde o temprano.
Obviamente instruyó a sus servicios secretos, G2, para que buscara una posibilidad para actuar contra los Kennedy y terminar con esta política. Los servicios secretos se encontraron con Lee Harvey Oswald, un joven comunista muy fanático, un ultraizquierdista, diríamos hoy en día, que estaba hambriento por cumplir alguna misión en nombre de la revolución internacional. Como se sabe, Oswald viajó a México algunos meses antes del asesinato de Kennedy y en esa ocasión fue instruído sobre cómo actuar, cómo matar a John F. Kennedy. Recibió instrucción, dinero y recibió en cierta medida ayuda logística.
¿Tiene nuevos indicios sobre el papel de Castro en el asesinato de Kennedy?
Es difícil obtener nueva información desde la Habana. La mayoría de los oficiales de la seguridad del Estado de Cuba, callan todavía, es muy peligroso hablar sobre los secretos del Estado. A raíz de mi documental, sé que el grupo especial del Archivo Nacional de EEUU trata de que la CIA abra un documento clasificado como ultra secreto que tienen sobre el ex jefe operativo del G2 cubano, el general Fabián Escalante. Es cierto que la CIA tiene todavía documentos que no son públicos. Parece que en estos documentos hay informaciones sobre los contactos de Escalante con Lee Harvey Oswald. Eso me dijeron pero de una manera no oficial.
¿Es de temer una intervención de EEUU en Cuba?
No hay indicios. El gobierno de Raúl Castro tiene una política más moderada en la práctica hacia Estados Unidos, no en la propaganda, pero en la práctica. Ya hay negociaciones que muestran que ambas partes intentan encontrar una salida no violenta. Las exportaciones de alimentos básicos de EEUU hacia Cuba han aumentado significamente durante los últimos meses y también están activas grandes empresas estadounidenses en Cuba pese al embargo, por ejemplo la Daimler Chrysler, una empresa alemana- estadounidense, que abrió una planta de ensamblaje de camiones en Cuba y parece que el gobierno de Bush no tiene el menor interés en que se produzca una situación dramática como de Guerra Civil, porque temen una ola de refugiados que no quieren, es lo único que realmente temen. Yo estoy convencido de que habrá una transición pacífica en Cuba.