Hertha Berlín: ¿crónica de un descenso anunciado?
7 de abril de 2022Mientras haya vida, hay esperanzas, según reza un dicho. El Hertha Berlín se encuentra entre la espada y la pared. Las inversiones y esfuerzos financieros no se equiparan con el desempeño deportivo. Felix Magath, tras diez años sabáticos en la Bundesliga, llegó a asumir el barco para timonear rumbo a tierras firmes de la máxima categoría.
Negligencia en las vigilancias
Los capitalinos no han sido rigurosos en defensa. Ni en ataque, ni en el medio. Su debacle deportiva se resume en un estilo de fútbol sin ideas y con carácter pusilánime. Lo que los alemanes llaman "Angsthasenfußball”. Es decir, los balones recuperados terminan en rebotes sin ideas y en tierra de nadie y sin voluntad ofensiva.
En los últimos 5 partidos han recibido 12 goles. En total han sido más de 60. Sin filtros de defensa de una „alte Dame" que ha pagado millones por armar su equipo a muy alto nivel. Una racha fatídica que no pueden dejar que se repita en el Berliner Derby, el derbi más importante en la capital berlinesa.
Volver a las raíces
En la derrota 2-1 en el pasado partido ante el Leverkusen, Hertha Berlin recorrió 124,6 kilómetros, 11 más que su rival. Pero aunque suene positivo, no lo fue. Los "herthanos” cayeron en el juego del gato y el ratón. A placer, el Leverkusen movió el balón a diestra y siniestra y los "capitalinos” solo corrieron detrás de ella.
Motivo por el cuál, el técnico Magath instó a los jugadores a volver a los tiempos del fútbol amateur en sus entrenamientos esta semana, con movimientos básicos como ofrecerse, tomar el balón y pasar el balón de forma rápida. Automatismos que deben ser una obviedad en el fútbol de élite y que han faltado en los partidos en la vuelta.
Gechter, Boyata, Pekarik y compañía tendrán que recurrir los mismos recursos utilizados ante el Hoffenheim. Stark, Belfodil y Tousart tendrán que volver a repetir los mismos parámetros que les dieron resultados en ese mismo partido.
El derbi es cosa aparte
Los errores del pasado no se pueden volver a repetir. El Hertha de Berlín ya perdió los últimos dos derbis y fue expulsado de la Copa Alemana por su archirrival. En el último partido Kevin-Prince Boateng se quiso "echar el equipo al hombro”.
Desde el medio campo retrocedió unos metros para mandar balones largos y servirlos en plato de oro para que sus compañeros hicieran lo propio y definieran los balones. Pero los intentos y esfuerzos de Ascacíbar, Darida y Tousart fueron estériles. Mientras que los "heroes de hierro” controlaron el partido, los "capitalinos” perdieron los estribos. Y después, el final de la historia, ya se conoce.
En el peor de los casos, la historia del Hertha parece una crónica de un descenso anunciado. Aunque una victoria en el derbi podría salvar la moral en una temporada de olvido, no entregándole del todo la corona del mejor en la capital de Berlín.